jueves, 8 de diciembre de 2011

"Un hombre solo", de Tom Ford


En Un hombre solo, la primera y última película del diseñador Tom Ford, asistimos a la jornada de un hombre que ha decidido suicidarse. No consigue superar la muerte en accidente de tráfico del gran amor de su vida. George (espléndido Colin Firth) tiene 52 años, es atractivo, disfruta de una casa preciosa en Los Angeles y de un trabajo agradable como profesor de literatura en la universidad. Sin embargo, decide cumplir con sus obligaciones cotidianas antes de hacerlo. Como cada día se arregla escrupulosamente antes de abandonar su hogar y deposita en su maletín un viejo revolver pues debe pasar por la armería para comprar munición.

En su coche escucha las noticias relacionadas con la crisis de los misiles en Cuba. Todos están pendientes de lo que vaya a ocurrir, todos temen un conflicto nuclear con los soviéticos. Tras la que va a ser su última clase –en la que ha explicado a sus alumnos que la manipulación del miedo está detrás de la política del momento- uno de sus jóvenes alumnos le aborda pues se encuentra totalmente desorientado respecto a su propia vida.

Una vez que ha adquirido la munición para su arma se dirige al banco donde deja en orden sus asuntos. A partir de ese momento la vida empieza a ofrecerle una serie de encuentros inesperados, como si no tuviera intención de dejarle partir. Ha recibido también la llamada de su mejor amiga, con la que tuvo una relación juvenil antes de ser consciente de su homosexualidad, y ha quedado con ella para cenar.

A media tarde dispone el escenario con gran meticulosidad. Saca su traje preferido y lo pliega cuidadosamente junto a la camisa y la corbata. En una nota especifica incluso el tipo de lazo de corbata que desea: George es un dandy. Sin embargo, en una escena de sorprendente humor, no consigue su objetivo y, en vista de ello, pospone su decisión y se va a casa de su amiga (Julianne Moore en uno de sus papeles más dramáticos).

La amiga, inglesa como él, también se encuentra sola. Está divorciada y su hijo ha abandonado el hogar para vivir su vida. Anclada en sus recuerdos juveniles no pierde la esperanza de reanudar su relación con George, pero éste sabe que sólo se enamora de hombres y es incapaz de dejar a un lado sus sentimientos.

Cuando se dirige a su casa vuelve a encontrarse con el joven alumno, que anda tras sus pasos. George se da cuenta de que la desorientación del estudiante es idéntica a la que padeció el mismo en su juventud. Beben unas cervezas y se dan un baño en la playa. George se siente reconfortado consigo mismo tras su encuentro con el joven.

Esta es una película sobre sentimientos realizada con inesperada maestría. Es curioso que un hombre como Ford, que se dedica a la moda, firme una película que podría decirse está pasada de moda pues ya no abundan los diálogos extensos, los ritmos pausados, los primeros planos ni el intimismo.

Las fotos

Ficha técnica

2 comentarios:

  1. Tal como lo cuentas, me tienta mucho, la veré. Además Colin Firth es un actorazo. Saludos

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  2. Yo no le conocía pero en esta película está soberbio, perfectamente compenetrado con su personaje. Saludos, Elvira.

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