Cara de funeral

    Los franceses, que tienen una de las autoestimas más altas del planeta, le han dado la mayoría absoluta al Partido Socialista. Sin embargo, el recién elegido presidente François Hollande, sigue con cara de funeral. Obviamente, los electores galos no tuvieron en cuenta la advertencia de Sarkozy sobre lo que ha pasado en España con los socialistas. Sarkozy no es muy popular en el hexágono.

    Los socialistas franceses -me dijo un francés el día de las presidenciales-, no son como los españoles. Ya, ya, me dije para mí. Ojalá no te equivoques.

    Estos días los veo por las televisiones y creo que tiene razón mi conocido francés. No son iguales, pero algunos, muchos, lo parecen. Toco madera. Sin embargo, a Hollande, con esta victoria abrumadora, no se le cambia la cara. Igual está preocupado por las meteduras de pata de su compañera, tan propias de una telenovela de sobremesa.

    En cualquier caso las agencias de calificación no tardarán en emitir sus evaluaciones y entonces veremos qué pasa.

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