miércoles, 20 de junio de 2012

Triunfalismo repelente


El seleccionador español de fútbol ha dicho que hemos pasado muy rápidamente de pobres a ricos y no sabemos valorar lo que tenemos. Una vez más este hombre -tan sereno, prudente y equilibrado que no parece español- tiene toda la razón.

De nuevo sus palabras sirven para el fútbol y para la vida española en general. Antes de que los futbolistas empezaran a disputar la Eurocopa se produjo la habitual -pero repugnante- avalancha de triunfalismo entre los medios de comunicación. A mí me repele. Me parece un asunto barato y de mal gusto, amén de una falta de respeto por los rivales.

Siendo el triunfalismo algo tan zafio lo peor es el movimiento contrario que se produce en cuanto las cosas empiezan a torcerse, lo que suele coincidir cuando los rivales no son la perita en dulce que los medios nos habían vendido. Aquí pasamos rápido de la fanfarronería al pesimismo. Con la misma irracionalidad en un caso y en el otro.

Otro tanto puede decirse de la evolución económica del país. En cuanto las cosas empezaron a ir bien todo el mundo se puso a despilfarrar, a presumir y a sacar pecho.

Nadie quería escuchar las voces que alertaban de que el asunto no iba tan bien como nos vendían, la gente se creyó al gran demagogo presidente y le volvió a votar cuando ya se sabía que las cosas se estaban poniendo pésimas.

Pero como nuevos ricos que éramos nos aferrábamos a la buena racha sin poner los medios para, aprovechando la bonanza, introducir las reformas que permitieran una caída amortiguada.

Me temo que esta vez vamos a aprender la lección, al menos para una larga temporada. Lo triste va a ser que no seamos capaces de hacerlo por nosotros mismos y que vayan a venir de fuera para explicarnos cómo funcionan las cosas en la vida moderna.


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