Cristóbal Serra en el puerto de Andrach
En
una ocasión estuve hojeando algunos libros de Cristóbal Serra (Palma de
Mallorca, 1922-2012) pero no me animé a leerlos. En aquel momento su prosa me
pareció algo espesa y, sin duda, yo no me encontraba dispuesto a excesivas
densidades. La muerte del escritor, me ha dado la impresión de que ha sido
tratada con la levedad habitual en los medios. Es por ello que me ha animado a
pasar un rato investigando sobre él.
De
lo que he mirado me quedo con tres documentos. El primero es este autorretrato que publicó la revista Frontera. Gracias a él me he enterado de la aversión de
Serra por “lo hercúleo”, su interés por el surrealismo y el dadaísmo, sus
escarceos taoístas y su predilección por el poeta William Blake. Dice Serra que
se considera “un tanto metafísico, alejado del realismo y de la cruda realidad.
El sueño, la quimera y el símbolo son mis medios.”
Sobre
la literatura española manifiesta una predilección por Quevedo, pero deja claro
que considera la lengua española superior a su literatura y lamenta que haya
habido tan escasos escritores españoles con vida interior.
Debió
ser un hombre más bien sedentario, que se dedicó profesionalmente a la
enseñanza y que sentía una gran predilección por el mar.
El
segundo documento es esta interesante entrevista que le dedicó Arcadi Espada inspirándose
en algunos aforismos que seleccionó el mallorquín y, el tercero y último es
otra entrevista grabada en video, en donde le vemos ya en edad avanzada.
Ahora
no descarto que cuando visite la biblioteca me traiga alguno de sus libros.
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