De 86 directivos y consejeros de Caja Madrid sólo tres
dispusieron de la tarjeta “gratis total” y no hicieron uso de ella. Es decir,
el 3,5%. Con estos mimbres hay que hacer el cesto de la democracia.Yo con un 10% de honestos hubiera albergado alguna
esperanza. Tengo alguna fe en las minorías.
Y la buena gente se pregunta: todos esos chorizos
encorbatados y trajeados de Caja Madrid –un suponer, porque hay muchos otros
bancos y cajas con tarjetas “gratis total”-, todos esos, ¿por qué no están en
la cárcel? Muy sencillo, queridos lectores, no están en la cárcel
porque todo es perfectamente legal. Habrá que preguntarle a los que han hecho las leyes en este país.
No se corrompe el que quiere sino el que puede.
Lo público, lo estatal, lo semipúblico incluso, lo que es de todos y
no es de nadie, es el caldo de cultivo ideal para la corrupción.
Los moralistas de hoy son los corruptos del mañana.