Vista de La Bureba desde la Mesa de Oña
Camino de la localidad burgalesa de Oña me
detengo en Barrios de Bureba para contemplar a pie de carretera la ermita románica
de Sanfagún, del siglo XII, de la que se conserva tan sólo el ábside
semicircular y una gran espadaña. Alrededor del montículo en que se levanta el
edificio hay esparcida, a modo de decoración, vieja maquinaria agrícola.
Ermita de Sanfagún en Barrio de Bureba
Espadaña de Sanfagún
Sobre las 10 de esta
mañana veraniega en Oña hay poca actividad. Me tomo un café en el hostal
situado frente al monasterio mientras repaso el itinerario que voy a seguir
para ascender a la Mesa de Oña (1205 m.), enclavada en el parque natural de los Montes
Obarenses y que constituye el límite natural por el norte de la comarca de la
Bureba.
Castaños en las cercanías de Oña
Asciendo por una
senda larga y pronunciada que salva el encajonamiento de la población. Luego utilizo
un camino de tierra rojiza, salpicado de piedras, pero ancho y cómodo. Pinos,
laureles, pequeños robles, encinas y boj, mucho boj, a mi alrededor. Apenas se
escucha a los pájaros aunque se ve planear a los buitres. Más arriba aparecen
vacas con algunos terneros.
Camino de la Mesa de Oña
El camino es
solitario. No me cruzo con nadie ni al subir ni al bajar. Poco antes de
alcanzar el collado escucho bocinazos a mi espalda. Durante un buen rato no
consigo localizar su origen. Luego veo un cuatro por cuatro que circula por el
camino. Se trata del propietario de las vacas que a base de bocinazos las
agrupa junto a un pequeño humedal. Casi media hora de música.
En el collado abandono
el camino y busco la senda que asciende hasta la Mesa, en ocasiones campo a
través. En esta zona predomina el boj, en forma de arbustos que forman setos
aunque hay algunos ejemplares solitarios. Al mediodía el sol aprieta pese a la
brisa que circula por estas cumbres. El camino está más o menos señalizado por
montoncitos de piedras. Es una ayuda que se agradece.
Perfil de la Mesa de Oña
En la Mesa apenas
hay otra vegetación que el boj. Es de escasa altura y forma como un laberinto
que le lleva a uno de un lado a otro. Recorro la cima de un lado a otro para
contemplar todas las panorámicas. Las vistas sobre la Bureba son
espectaculares. También sobre los Montes Obarenses.
Localidad de La Bureba. En primer término se aprecia el efecto del fuego sobre la masa forestal.
Los pueblos de
la comarca salpican la gran llanura, muy parcelada por la agricultura, con
algunas manchas boscosas. Una esquina de la Mesa aparece esquilmada por un
incendio que incluso ha llegado hasta el límite de uno de los pueblos. En esta
altura sólo se escucha el viento y la esquirla de una vaca que pasta entre la vegetación.
Un boj
Me entretengo media
hora contemplando el paisaje y desciendo por donde he venido. A la sombra de un
par de pinos hago una parada para comer algo y descansar. En una terraza de la
plaza del Ayuntamiento me tomo un refresco helado. El calor aprieta a media tarde.
Pero antes de regresar a Burgos voy a pedir información sobre el parque natural
y termino metido en el parque del monasterio en donde permanezco una hora y
media muy entretenido entre los llamados jardines benedictinos y el cementerio.