El señor Mas ha convocado “elecciones plebiscitarias”
en Cataluña. Ha firmado el correspondiente decreto sobre una mesa de madera
labrada. A su derecha, de pie, cuatro miembros de su gobierno -de las que tres
son mujeres-, dirigen sus miradas hacia los papeles que firma el líder. Detrás
de éste una bandera catalana y un oleo de pintura gótica, puede que flamenca.
Al señor Mas le encanta firmar papeles sobre mesas de madera labrada, rodeado
de cámaras. Al señor Mas le encanta la repetición de sus gestos y de sus
propuestas. Se conoce que desea pasar a la Historia como Mas el Perseverante.
Todos los medios se han apresurado a comprar la foto y colocarla en las
portadas. Puede que se trate de la sequía informativa del verano o puede que no. La perseverancia da sus frutos, aunque resulta un poco aburrida. La
imagen de un político requiere dinamismo. El señor Mas resulta estático. Pero
tiene su público, porque hay gente para todo. Está por ver que ese público sea suficiente.