He
aquí una tragicomedia española con dos protagonistas y un secundario. Los
protagonistas son Paesa y Roldán. El secundario es el felipismo, variable hispana
del socialismo que se caracterizó por la corrupción y
la ineficacia. También hay un pagano, naturalmente. El pagano, una vez más, es
el contribuyente español, al que los dos protagonistas esquilman mil quinientos
millones de pesetas más todo el dineral que debió costar la búsqueda y captura por
todo el planeta del exdirector general de la Guardia Civil.
La
trama es conocida. Se puede refrescar en Wikipedia. Hay también que reconocer
el trabajo llevado a cabo por el periodista Manuel Cerdán, autor del libro en el que se basa
esta película.
La
película dura dos horas que se me pasan volando, gracias al excelente trabajo
del director, Alberto Rodríguez. Planos
cortos, secuencias breves, una excelente fotografía de claroscuros, una ambientación intimista y un punto
claustrofóbica. Cualidades técnicas le sobran a esta obra.
Pero
a mí lo que más me ha fascinado ha sido la creación de los dos personajes
protagonistas, en especial, el de Francisco Paesa, interpretado por Eduard
Fernández, actor español que recibió el premio de interpretación en el festival
de San Sebastián. La interpretación de Eduard Fernández –contenida, sobria,
tremendamente eficaz- me ha impresionado. Creo que está a la altura de los más
grandes actores del momento.
También
destacable el trabajo del actor Carlos Santos en el papel de Luis Roldán,
aunque me parece que la caracterización es mejorable.
Hay
una ironía soterrada en esta obra que, a juzgar por la escasa reacción del
público a mi alrededor, no todo el mundo llega a captar. No creo que el problema
sea del director. Si el público no llega qué le vamos a hacer. Habrá que
intentar poco a poco que llegue, pero ello tardará en ocurrir mientras se le
alimente con los subproductos cinematográficos habituales, por muy graciosos que sean.
Mis
expectativas con esta película se han cumplido. Es de agradecer. El cine
español todavía es capaz de dar algún producto de calidad homologable.