jueves, 6 de octubre de 2016

La tragicomedia de Paesa, Roldán y el felipismo


He aquí una tragicomedia española con dos protagonistas y un secundario. Los protagonistas son Paesa y Roldán. El secundario es el felipismo, variable hispana del socialismo que se caracterizó por la corrupción y la ineficacia. También hay un pagano, naturalmente. El pagano, una vez más, es el contribuyente español, al que los dos protagonistas esquilman mil quinientos millones de pesetas más todo el dineral que debió costar la búsqueda y captura por todo el planeta del exdirector general de la Guardia Civil.

La trama es conocida. Se puede refrescar en Wikipedia. Hay también que reconocer el trabajo llevado a cabo por el periodista Manuel  Cerdán, autor del libro en el que se basa esta película.

La película dura dos horas que se me pasan volando, gracias al excelente trabajo del director,  Alberto Rodríguez. Planos cortos, secuencias breves, una excelente fotografía de claroscuros,  una ambientación intimista y un punto claustrofóbica. Cualidades técnicas le sobran a esta obra.

Pero a mí lo que más me ha fascinado ha sido la creación de los dos personajes protagonistas, en especial, el de Francisco Paesa, interpretado por Eduard Fernández, actor español que recibió el premio de interpretación en el festival de San Sebastián. La interpretación de Eduard Fernández –contenida, sobria, tremendamente eficaz- me ha impresionado. Creo que está a la altura de los más grandes actores del momento.

También destacable el trabajo del actor Carlos Santos en el papel de Luis Roldán, aunque me parece que la caracterización es mejorable.

Hay una ironía soterrada en esta obra que, a juzgar por la escasa reacción del público a mi alrededor, no todo el mundo llega a captar. No creo que el problema sea del director. Si el público no llega qué le vamos a hacer. Habrá que intentar poco a poco que llegue, pero ello tardará en ocurrir mientras se le alimente con los subproductos cinematográficos habituales, por muy graciosos que sean.

Mis expectativas con esta película se han cumplido. Es de agradecer. El cine español todavía es capaz de dar algún producto de calidad homologable.