viernes, 28 de junio de 2019

Conferencia carilla. Pornografía. Ryokan. Petroglifos


Conferencia carilla

      Ayer vi unas imágenes en la tele de la guapa y estilosa Amal Cloony, que ha estado unas horas en Barcelona para impartir una conferencia sobre derechos humanos a 1200 euros la entrada.
      El locutor, sobre las imágenes de la esbelta estrella mediática, adornada con todo tipo de pamelas, nos informa que el no menos guapo Georges, su marido, se ha quedado en casa “cuidando a los gemelos”.
      Entrevistan también a varios de los asistentes cotizantes. Como es natural, todos estaban encantados y loaban a la diva elogiando su trabajo en favor de los derechos humanos.
      Yo, mientras tanto, pensaba en lo muy preocupados que debían estar los maduro, castro, ayatolas et alii, con la actividad de la estilosa Amal.


Pornografía, otro debate

      Leo por ahí que hay un debate sobre la pornografía. ¿Un debate sobre la pornografía? ¿Y qué hay que debatir sobre este tema? ¿No será que, en realidad, lo que quieren es prohibirla? Es decir, castigar a los usuarios o consumidores, que es la última moda del puritanismo. Si lo hacen, si lo prohiben, ocurrirá lo de siempre: subirán los precios.
      Es un caso parecido al de la prostitución. Si la prohiben, si la penalizan, de ninguna manera desparecerá. Sólo subirán los precios. Y así con todo lo que prohiben.
      Ahora bien, no cabe duda de que algunos, como sigue ocurriendo, se ganarán la vida adoctrinando a las gentes sobre lo que deben o no deben hacer en relación a estos siempre delicados temas.



Taoista

      Por la mañana, con bastante sol, he dado un paseo por la playa. El aire fresquito del mar resulta revitalizante. No me he animado a bañarme, pese a que no se veían algas, ni demasiados surferos. Los que había, eso sí, ocupaban todo el espacio.
      Menudo susto ha debido pasar el cangrejo ermitaño que he recogido un momento del agua de la orilla. Sobre la palma de mi mano ha sacado medio cuerpo al exterior de su concha y ha vuelto a meterse horrorizado al verse fuera de su elemento natural. Lo he devuelto al agua tras darle un vistazo.
      El cangrejo ermitaño, que vive en una pequeña concha cónica, pasa su vida a merced 
de las olas, va y viene rodando por la orilla. Un bichito taoista.


Normandía

      Ayer vi un rato el acto oficial con motivo del 75 aniversario del Desembarco de Normandía, presidido por Macrom. Todo muy sosito y teledirigido. Alternaban imágenes en directo desde un decorado en una bonita playa normanda con retales antiguos en blanco y negro de la época. El protagonista era un hombre muy mayor y condecorado (sin duda un superviviente de aquello) al que todos rendían pleitesía y que atraía todas las cámaras. Dos adolescentes balbuceantes leían una introducción a las imágenes que mostraban las grandes pantallas. Macron empezó su discurso citando uno por uno a todos los altos cargos presentes, en una bella lección de autobombo de clase.
      Lo mejor que he leido estos días sobre el tema es Tierra de sangre (6 de junio de 1944), Jean Juan Palette-Cazajus.




Ryokan

      Unas notas sobre el monje poeta japonés Ryokan.

      Como nada espera, todo le llega: “Como una nube a la deriva, por nada atado, me dejo ir, abandonándome al capricho del viento.”
      “El Samsara (ciclo de nacimiento, vida, muerte) es el Nirvana. No hay lugar donde ir, ni búsqueda que emprender. Sólo estar.”
      El mundo es el lugar de la contemplación de la danza del Ser. “¿Cuál será mi legado? Pájaros en la primavera, flores en el verano, las hojas carmesí de los arces en otoño.”

Petroglifos

      Mañana fresquita pero soleada. Bajo a la playa con la bici y aprovecho la bajamar para un agradable paseo por la orilla. A la vuelta, a una cierta distancia, una mujer traza sobre la arena mojada una espiral circular, al modo de los petroglifos celtas. Parece muy concentrada. De vez en cuando se detiene y contempla el dibujo que ejecuta.

      Sigo playa adelante y, al cabo de un rato, la mujer me adelanta por mi izquierda. Lleva una sudadera colorada, una mochilita azul y un pequeño bikini estampado. La melena rojiza reluce bajo el sol.

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