
Enseguida aparece un vagabundo, veterano desertor del Ejército (Tommy Lee Jones, actor y director, también espléndido en su hieratismo), que está a punto de ser colgado por ocupar una vivienda ajena. Ella le salva en el último momento y le obliga a acompañarle.
Las dos horas de metraje, cargadas de peripecias (indios, fugas, invierno de frío y nieve) se desarrollan por las grandes llanuras de la región, un paisaje de una belleza desnuda, desarbolado, el cielo arriba y la tierra inhóspita.
La continua influencia de uno de los personajes sobre el otro los acaba cambiando a los dos. Este no es propiamente un western aunque contiene muchos elementos de su épica y de su estilo. Calificarlo como western crepuscular tal vez no sea exacto, pero los aficionados al género, entre los que me encuentro, lo entenderán.
La palabra Homesman designa a los hombres que guiaban la vuelta de los colonos que no querían quedarse en las tierras del Oeste.



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