sábado, 6 de julio de 2019

Nora Barnacle, una vida complicada junto a James Joyce

La impresión que produce esta película biográfica de Nora Barnacle, la esposa del escritor irlandés James Joyce, es que éste era no sólo bastante pardillo en cuestiones sexuales sino que, además, sufría de unos celos patológicos, por no hablar de un grado de neurosis importante.
      -¿Por qué tu puedes tocarme y yo a ti no?, le pregunta James a Nora al principio de su relación.
      -Porque a mí se me da mejor que a ti, contesta ella.
      En realidad el asunto no parece tan simple. Tal vez él no era tan torpe y, en realidad, el llevar la iniciativa era una forma astuta de ella para mantenerlo a raya, en una época puritana y en un país más puritano aún como era Irlanda.
     

Por si fuera poco, Joyce bebía mucho, tenía un carácter orgulloso y obcecado, gastaba el dinero que no tenía, daba sablazos a diestra y siniestra y era muy miedoso. Le daban pavor las tormentas, los perros y los animales con cuernos.
      Lo cierto es que a Nora Barnacle le tocó aguantar mucho y, aunque al principio se muestra protectora y enamorada, luego se rebela y se queja de que él no le presta suficiente atención: “Si no estás emborrachándote estás escribiendo.” Tienen peleas continuas.
      Cuando ella se queda embarazada, él se asusta y le propone llamar a su madre y llevarla a Trieste, la ciudad en la que han recalado tras su escapada. ¡Su madre, de la que Nora había huido horrorizada!
      Tienen dos hijos: Giorgio y Lucía. La niña pasó la mayor parte de su vida internada en una clínica para enfermos mentales debido a su esquizofrenia.
      Por si los problemas entre ellos y como pareja fueran pocos, él se empeña en usar a su mujer para estudiar sus reacciones y utilizarlas en su obra, algo que a ella le exaspera. En su desvarío Joyce llega a facilitar una cita clandestina entre Nora y un admirador de ella. Luego se pone como un energúmeno y la acusa de traición y de infidelidad. En Joyce no había que descartar una buena dosis de masoquismo.
      La película sólo cubre una parte de la vida de ambos, desde 1904, cuando se conocieron, hasta 1914 aproximadamente, cuando se publica Dublineses. La convivencia se puso a prueba en numerosas ocasiones, casi siempre debido a sus penurias económicas. Joyce sufrió también muchas operaciones en sus ojos y terminó casi ciego.
      Se casaron muy tarde, en 1931. Finalmente él murió en 1941, en Zurich, donde se habían refugiado tras la invasión alemana de París. Ella falleció en la misma ciudad una década más tarde.
      La película, dirigida en el año 2000 por Pat Murphy, se basa en la biografía escrita por Brenda Maddox. Algunos han calificado su libro como “biografía feminista”. No me ha parecido que incurra en ningún exceso ideológico. Todo lo que se dice sobre él puede leerse en la extensa biografía que le dedicó Richard Ellmann.


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