jueves, 11 de junio de 2020

Elogio del olvido

La memoria tiene buena prensa, pero es tiránica y exigente. Para la vida de cada día, para la tranquilidad del espíritu, es mejor el olvido. La memoria se enreda con recuerdos que sería mejor archivar en un rincón bien apartado. Para vivir sin rencor, sin resentimiento, sin odio, es necesario el olvido. El olvido, como decía Borges, es el verdadero perdón; para los otros y para uno mismo. Derroquemos a la memoria de su pedestal. Entronicemos el olvido. Nuestro alma, nuestro espíritu, nos lo agradecerán.