El 15 de noviembre pasado, lunes, una mañana fría pero luminosa, nos acercamos desde Burgos hasta la localidad de Caleruega, situada entre la Sierra de la Demanda y la Ribera del Duero burgalesa. Abandonamos la autovía en Gumiel de Izan y nos internamos por una carretera amena y solitaria que nos deja en Caleruega, la localidad natal de Santa Domingo de Guzmán, fundador de los predicadores dominicos.
Enseguida descubrimos que todo está cerrado, incluída la oficina de Turismo, y que este es un pueblo construído en torno al monasterio de monjas dominicas y otras dependencia relacionadas con la Orden Dominicana. Visto lo cual nos contentamos con recorrer el exterior de los edificios, perfectamente conservados, con sobrio aspecto renacentista.
El monasterio se fundó por orden del rey Alfonso X sobre la casa solariega de los Guzmanes, padres del futuro santo. El Torreón de los Guzmanes, el edificio más antiguo de la localidad, se levanta en mitad del claustro. El monasterio alberga los restos mortales de la infanta Leonor, hija del rey Sabio y de Violante de Aragón.
Durante siglos las monjas dominicas ostentaron el Señoría de la villa. Hasta la Desamortización. A partir de esta empezó a expandirse el pueblo.
También es muy antigua la iglesia parroquial de San Sebastián, en especial la torre y la portada.
Damos una vuelta de reconocimiento, a la búsqueda también de un lugar para comer, pero está todo cerrado, como he señalado. Nos conformamos con un café en el bar de la plaza y luego nos dirigimos hacia el sur hasta Peñaranda de Duero.
Santo Domingo (1170-1221), hijo de la nobleza, estudió en el Estudios General de Palencia antes de ingresar en el seno de la Iglesia. Dominfo fue un hombre muy viajero y con grandes inquietudes misioneras. Fundó su orden de predicadores para combatir la herejía cátara, que por entonces se expandía con mucha fuerza en el Languedoc francés.
El catarismo nació en el siglo XI y se extendió en el XII. Es un maniqueismo que defiende la dualidad de Dios y el Diablo en la creación del mundo. Predicaba la salvación mediante el ascetismo y el estricto rechazo del mundo material.
Sin duda Caleruega, tanto por su patrimonio como por su entorno natural, merece una visita más detallada y en una estación más benigna.