Debe de ser un ejercicio muy placentero ponerse delante de un gran lienzo, con todo tipo de botes de pintura alrededor, y dar brochazos sin preocuparse de perfilar una nariz, o un árbol, o una figura.
La artista se preocupa de la estructura general del cuadro (si es que lo hace) y, en especial, del uso y la combinación de los colores. Hay que reconocer que la norteamericana afrancesada Joan Mitchell lo hacía con un gusto exquisito.
Esta colección antológica desborda lirismo, energía, delicadeza, buen gusto, alegría. Es un placer contemplarla.
Joan Mitchell nació en Chicago en 1925, en el seno de una familia acomodada. En Nueva York contactó con los pintores del expresionismo abstracto. A los 30 años viene a París. Mantiene una larga relación con el pintor canadiense Jean-Paul Riopelle.
Abandona París para instalarse en Vétheuil, un pueblecito en la orilla del Sena. Muere en París en 1992, a los 67 años.
(Fundación Louis Vuitton, París, exposición antológica hasta el 27/02/23)