Los partidos de izquierda que apoyan a Sánchez han votado en sede parlamentaria una moción contra el incremento del gasto militar y a favor de salir de la Otan. Es natural. Se trata de un guiño hacia sus propios electores, que no les compromete a nada y que no tendrá consecuencias políticas. Ya se ha encargado Sánchez de que el incremento del gasto militar no pase por el Congreso. Según parece el sistema se lo permite y el PP mira para otro lado, aunque si Sánchez les guiña un ojo caerán rendidos. No sería la primera vez. Además, el presidente --que siempre ha sido un poco filósofo del lenguaje-- nos ha explicado que no se trata de comprar armas, sino de invertir en seguridad.
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