Una mañana invernal, después de la nevada; el cielo despejado y luminoso.Por su orden cronológico, desde la ventanilla (sucia) del tren:
La loma del Jaizkibel cierra el horizonte durante la primera mitad del viaje.
Obras en la desmantelada empresa de Oyarzun donde se cortaban piedras de gran tamaño. ¿En qué terminarán?
Rentería, vapores de agua, creo, en constante ebullición.
Estación de Rentería con la iglesia al fondo.
Construcción en Riberas de Loyola. Fin de trayecto.
En esta zona la nieve se detuvo a 500 m de altitud, y aunque cayeron algunos copos en los momentos más fríos, no llegaron a cuajar.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué pena, un poco de nieve siempre viene bien. Pero aún es tiempo...
ResponderEliminarSaludos, Glo.
Ayer tarde anduve por aquí, pero sonó el teléfono y ya se me hizo tarde para continuar. Quise decirte, te lo digo ahoga, que me han hecho muy feliz estas fotografías, sobre todo, como ya imaginarás, la de Rente desde la estación del topo.
ResponderEliminarGracias, majo, te alargaría un café pero ni con el gadgetbrazo llego...
¿¡ahoga!? (Lo mismo se piensa mi anfitrión que se me ha pegado el acento gabacho...)
ResponderEliminarPensé que te gustaría cuando la colgué.
ResponderEliminarY gracias por el café, Mertxe.
Gracias, Juan Luis. Cuando estuve por allí no nevaba así. Me ha gustado ver las fotos. Angel.
ResponderEliminarAngel, bienvenido. Estás en tu casa.
ResponderEliminarPermíteme que te presente:
http://www.facebook.com/home.php?#/profile.php?id=1077976103
Un abrazo.