jueves, 4 de octubre de 2012

Tamborrada en la piscina

Sebastián Garreton

Durante dos semanas la piscina ha estado cerrada. Aunque he aprovechado los buenos días de setiembre para bañarme en el mar, echaba de menos las sesiones de natación en la piscina.

Hoy no había demasiada gente. He tenido suerte. La piscina demasiado concurrida pierde mucho encanto. He nadado solo en la calle. Nadar en una calle con otros nadadores es muy incómodo.

Al cabo de media hora, he concluido la sesión y, tras una ducha, me he metido un rato en la sauna finlandesa. La sauna finlandesa estaba vacía. Las duchas también estaban vacías. Todo ha sido muy agradable.

Lo único disonante han sido los portazos. Nunca había escuchado tantos portazos como hoy. Como durante estas dos semanas se han realizado trabajos de mantenimiento es previsible que hayan tocado los muelles de las puertas y éstas batían con estruendo.

Como los portazos son tan desagradables espero que alguien se percate y lo solucionen. De lo contrario, hasta que los muelles se aflojen por si mismo, vamos a tener una tamboreada cada día.

Oleos de Sebastián Garreton.

---




No hay comentarios:

Publicar un comentario