martes, 31 de marzo de 2020

Evitar un desastre bolivariano


A medida que van pasando los días y observo la situación política que sufrimos, me voy convenciendo de que, cuando esto termine, nos vamos a encontrar con un panorama desolador, y que lo inteligente sería que los dos partidos mayoritarios se pongan de acuerdo y formen un gobierno de emergencia nacional, al menos hasta que la situación se estabilice. Creo, incluso, que no se debería esperar al final de la pandemia sino que habría que abordarlo ya. La alternativa a esto será un desastre bolivariano.


AGUANIEVE. Ayer no llegué ni a dar una vuelta a la manzana con el perrillo. Caía aguanieve y hacía mucho frío. Si no puedes caminar libremente y entrar en calor, el frío resulta disuasorio. Mientras me dedicaba a pedalear en la bici estática ví, de forma casual, un documental en Youtube titulado El hombre de rojo.

El hombre de rojo es un documental que homenajea a Baba Shivananda, Babaji, un hombre santo de la India, un renunciante que vagabundeó por muchos lugares antes de instalarse en Benarés. Babaji --cuyo cadáver vemos sumergir en las aguas del Ganjes-- dice cosas como estas:


La espiritualidad es la paz mental.
Tienes que mirarte dentro.
La espiritualidad no se puede comprar en el mercado.
La tienes que ganar tú mismo.
La espiritualidad es diferente a la religión.
Tienes que prepararte desde la mente para conseguirla.
Tienes que sacrificarte.
Tienes que desprenderte de todas tus posesiones materiales.
Es un trabajo muy duro, tienes que mantenerte alejado de todo lo material.
La vida es un misterio, un sueño, un camino.
La muerte es la hermana de la vida.


Por la tarde, también pedaleando, empiezo El Decameron, de Pier Paolo Pasolini. Por lo demás, continúo disfrutando de Los peregrinos del Dharma, de Jack Kerouac. El protagonista ha abandonado ya a sus amigos poetas y locos del zen y comenzado un viaje de cinco mil kilómetros para regresar a su hogar familiar.

He repescado también una edición que compré hace unos meses de La filosofía Perenne, de Aldous Huxley, que fue uno de los primeros libros sobre espiritualidad que leí y que en su momento me gustó mucho. Ahora verifico que es bastante más complejo de como lo recordaba.

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DE PRADA. Excelente e implacable artículo de Juan Manuel  De Prada, Ellos no se quedan en casa

“Pero estos politicastros llevan toda la vida alimentando nuestras disensiones, cebando nuestras rencillas, azuzando una demogresca constante que los ha hecho fuertes, a costa de tornarnos a nosotros cada vez más débiles e impotentes, más enviscados en la anatemización del prójimo. Que unos tipejos que han hecho de las disensiones y la división social el cimiento de su hegemonía invoquen ahora la «unidad» causa, en verdad, repeluzno.”


“A esta disociedad decrépita y narcisista se le solicita ahora que salga a los balcones, para aplaudir retóricamente a los sanitarios a los que ni siquiera se provee de ropas adecuadas para evitar el contagio, o a berrear gregariamente una tonadilla del Dúo Dinámico. Y la disociedad decrépita y narcisista sale a los balcones, encantadísima de que su egoísmo salga tan barato; sospechando tal vez que estos aspavientos ternuristas no son sino experimentos sociológicos con los que los amos del cotarro calibran nuestro grado de mansedumbre, como se calibra la mansedumbre de una cobaya sometiéndola a mil enojosas pejigueras.”

La nieve asomó ayer en la cresta del Jaizquíbel



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