Nunca los perros han sido tan paseados como estos días. Ayer salí a la farmacia y los he visto por docenas, en compañía de sus propietarios. También he visto a muchas mujeres con mascarillas. No sé de dónde las habrán sacado porque el farmaceútico hendayés me ha contado que ya no tienen existencias y que, en cualquier caso, están estrictamente reservadas para los trabajadores sanitarios.
*
En Francia nos han cambiado el formato del papelito para rellenar en el caso de abandonar el domicilio. Ahora hay más texto y más explicaciones que antes. Se detalla la prohibición de alejarse más de un kilómetro para hacer ejercicio físico y la obligación de no permanecer más de una hora en el exterior. A los galos les encanta esto de los papeles. Por lo menos a los que mandan.
Es obligatorio renovar cada día el documento. Se trata de una imposición muy poco ecológica, habida cuenta, además, de que el reciclado funciona bajo mínimos. Así que ha debido incrementarse considerablemente la venta de unos bolígrafos cuya tinta puede borrarse con un dispositivo de plástico instalado en el capuchón. Aún a riesgo de parecer un mal pensado creo que estos bolígrafos son un excelente negocio, improvisado, naturalmente.
*
He rescatado de mi biblioteca un libro que no había leído y que me está gustando mucho: Los vagabundos del Dharma, de Jack Kerouak. Las andanzas viajeras del protagonista resaltan ante la situación actual que vivimos. Ahora, allá donde vayas, te metas donde te metas, te vas a encontrar con la cosa. No hay escapatoria. El mundo se ha encogido monstruosamente.
*
“España es un país bullanguero --suelta el escritor Félix de Azúa en un titular--: en tres días, todo olvidado, y vuelta a la zambomba.” Pues sí, será lo más probable. Yo tampoco tengo demasiada confianza de que vayan a cambiar demasiado las cosas. A ver si las cambian fuera y con un poco de suerte, y al cabo de una década o dos, nos las imponen o les imitamos, que eso sí se nos da bien.
*
Otro asunto que sería muy deseable es saber por qué razón somos con Italia el país puntero en esta epidemia. Yo no acierto a comprenderlo, o tal vez prefiero no hacerlo para no deprimirme. Pero tengo alguna esperanza de que, algún día, podamos saber algo al respecto.
*
Para los teresianos. Un recorrido periodístico por las diecisiete fundaciones carmelitas de Teresa de Jesús. Es casi un guión para adentrarse en su apasionante Libro de las Fundaciones, quizá la mejor obra para iniciarse en la vida y obra de esta mujer admirable, vitalista y generosa. ¡Lo que tuvo que pelear esta mujer para llevar adelante su misión!
Anochecer en la ventana
No hay comentarios:
Publicar un comentario