viernes, 27 de marzo de 2020

Tiempo de gatos


Los gatos, que son de costumbres noctámbulas, están encantados con el confinamiento colectivo. Enseguida han detectado el apaciguamiento de las callles, la ausencia de tráfico y, en consecuencia de ruido. Y entonces se dedican a plena luz a su ocupación favorita: merodear, darse unos garbeos, inspeccionar aquí y allá. Cuando a media mañana le doy una vuelta a la manzana al perro, veo estos días a muchos gatos. Hoy he visto uno en el bosquecillo de robles y otro paseando por las vías del tren. Mi gata, sin embargo, pasa la mayor parte del día dormitando en su silla del porche. Prácticamente sólo sale por las noches, después de cenar. Tengo la sospecha de que se las pasa zascandileando por ahí.




RISAS. Muchos memes, muchos videos, muchas risas… Pero a Sánchez y al resto los hemos puesto en la poltrona entre todos, unos por activa y otros por pasiva. Consumimos sus televisiones, sus periódicos, sus radios… Repetimos y propagamos sus consignas. Cuanto más nos reímos, mejor para ellos. Así nos tienen entretenidos.



SERIE ISLANDESA. Excelente serie Los asesinatos de Walhalla, islandesa. Consta de ocho capítulos de unos 45 minutos cada uno. Aunque el argumento ya ha sido tratado en otras series, incluso de la misma Neflix, el fascinante paisaje nevado islandés, marca la diferencia. Oscura y, en algunos momentos, de un gran dramatismo. Los dos personajes protagonistas, como mandan los cánones de las series de investigación y crímenes, son lo más interesante. En una buena ficción negra las vicisitudes personales de los protagonistas interesan tanto o más que el propio hilo argumental. Es el contraste entre la investigación --por lo general agotadora y sometida a la presión del tiempo-- y los problemas personales de los protagonistas, lo que presta a estos una dimensión épica o heroica que engancha al espectador. Gran atractivo y excelentes interpretaciones de Nina Dögg Filippasdöttir y Björn Thors. Muy llamativo el hecho de que ambos van desarmados en todos los capítulos, lo que, en muchas ocasiones, les deja a los pies de los caballos. El espectador, horrorizado, piensa: cómo tienes valor para meterte en ese agujero negro sin un arma? Y desearía correr a llevarles una pistola, o al menos una cachiporra. Parece que en Islandia miran mucho estas cosas y los policías, antes de coger una pistola, tienen que rellenar muchos formularios.




¿CHINA? Me admira esa confianza que detecto en China. Al parecer es un ejemplo de algo. No tengo nada contra los chinos, pero su régimen político me repugna. No me creo nada de lo que procede de ese régimen; ni sus estadísticas, ni sus métodos, ni sus test, ni nada de nada. Sólo creo en algunos de sus poetas, de sus pintores, de sus artistas, de sus filósofos… y en la buena gente sometida a una dictadura feroz.


UN COMETA. Tenemos al cometa Atlas merodeando sobre nuestras cabezas y pronto será visible a simple vista.


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