viernes, 10 de abril de 2020

Jueves de azahar


He llegado demasiado tarde a la floración de la glicinia. A cambio, esta mañana he descubierto unos brotes de fragante madreselva en una esquina del jardincillo, y el naranjo de la vecina empieza a expandir su azahar.

Hoy he alterado un poco la ruta --más que nada por evitar la motosierra de ayer, pero creo que hoy no estaba-- y sólo he escuchado a un mirlo. Sin embargo, los chillidos de las gaviotas me llegaban diáfanos desde el cielo.

Cerca de la playa, en un pequeño prado cercado, había cuatro yeguas pastando a la sombra de unos pinos viejos.

El bulevar de la playa estaba más desierto que otros días. La marea, muy crecida, golpeaba en algunos tramos contra el muro del paseo. Por lo demás estaba muy calmada. Con la calidez de la tarde, daban ganas de tirarse al mar de cabeza. Qué delito ese veto que le han puesto a la mar nuestros prohibidores compulsivos.

Como los jardineros no trabajan, y los particulares tampoco --porque la escombrera está cerrada--, la vegetación anda bastante crecida, lo que produce una agradable exuberancia de lo verde, que le presta al paisaje urbano un aspecto rústico agradable. Me gusta más que la obsesión por el césped muy corto y los setos trazados con tiralíneas en los pequeños versalles, que hay por aquí.

En la laica Francia, el Jueves y el Viernes Santos no son festivos (aunque sí el lunes, curiosamente) y aún así se hace raro encontrar las iglesias cerradas. Aunque lo más raro es que Hendaya no esté invadida por los turistas, con esta primavera deliciosa que tenemos.


QUE NO DECAIGA. No os preocupéis, queridos niños. El Gobierno progresista os dará unos caramelitos para que no os muráis de hambre cuando decida sacaros de vuestros confinamientos. Y os promete también que la Liga terminará, a puerta cerrada, pero terminará. Es probable que, a la vista de que ya no habrá bares abiertos durante una temporada, a los más desfavorecidos os faciliten unos vales para que podáis abonaros a las televisiones de pago y así disfrutar de nuestro fútbol sin par. Entre tanto podéis entreteneros con la telebasura, siempre en primera línea de audiencia en España y artículo de primera necesidad, como sabéis, gracias a vuestro Gobierno que os quiere.


La luna llena por la mañana camino del oeste

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