domingo, 24 de mayo de 2020

Nicolás Gómez Dávila, excelso reaccionario

Ni el título ni el grosor de este volumen deben disuadir a nadie de su lectura. Bajo el nombre de Escolios a un texto implícito se esconde la gran colección de aforismos que constituyen la mayor parte de la obra del escritor colombiano Nicolás Gómez Dávila. Este es uno de los libros que me llevaría a una isla desierta, sobre todo si supiera que no podría regresar. Me serviría para no echar de menos lo que dejé atrás.

Nicolás Gómez Dávila (1913-1994), fue un escritor y filósofo colombiano, de clase alta, educado en París y, sobre todo, autoeducado en su biblioteca.


Su obra es un alegato contra la modernidad en sus diferentes facetas: democracia, ideologías, fe en el progreso, exaltación de la igualdad. Católico sui generis, impregnado de paganismo, se define como reaccionario no conservador porque, según él, ya nada merece la pena ser conservado.

El reaccionario –dice- lucha “contra el entusiasmo del progresista, los argumentos del demócrata, las demostraciones del materialista.”

Sobre la igualdad señala: “Los hombres son menos iguales de lo que dicen y más de lo que piensan.” Y, “si nacieran iguales, inventarían la desigualdad para matar el tedio.” “Las jerarquías son celestes. En el infierno todos son iguales.”

Filosofía y crítica (literaria, histórica, artística, antropológica, etc.) son sus temas. Su prosa, siempre precisa y concisa, despreciadora de metáforas e imágenes retóricas, me recuerda vagamente a la de Borges por el peso numismático que consigue aplicar a las palabras.

Autor complejo y de una amenidad pasmosa para los interesados en este tipo de temas. Cualquiera de sus aforismos puede servir para resumir sus ideas así que dejo aquí unos cuántos. Obvio las comillas, todo es textual. 

ESCOLIOS

-La madurez del espíritu comienza cuando dejamos de sentirnos encargados del mundo.

-Una “sociedad ideal” sería el cementerio de la grandeza humana.

-Burguesía es todo conjunto de individuos inconformes con lo que tienen y satisfechos de lo que son.

-A medida que el Estado crece el individuo disminuye.

-Las perversiones se han vuelto parques suburbanos que frecuentan en familia muchedumbres domingueras.

-Nuestra civilización es un palacio barroco invadido por una muchedumbre greñuda.

-La política sabia es el arte de vigorizar la sociedad y debilitar el Estado.

-La idea inteligente produce placer sensual.

-La sabiduría no consiste en moderarse por horror al exceso, sino por amor al límite.

-El espíritu busca en la pintura un enriquecimiento sensual.

-Sólo una cosa no es vana: la perfección sensual del instante.

-De los modernos sucedáneos de la religión probablemente el menos abyecto es el vicio.

-La inquietud es consecuencia de una fe excesiva en la estabilidad de las cosas.

-La sociedad del futuro: una esclavitud sin amos.

-Vencer a un tonto nos humilla.

-Sólo las educaciones austeras forman almas delicadas y finas.

-Los libros no son herramientas de perfección sino barricadas contra el tedio.

-Lo que no es complicado es falso.

-El pueblo no elige a quien lo cura, sino a quien lo droga.

-No rechazar, sino preferir.

-Marx gana batallas, pero Malthus ganará la guerra.

-Los hombres se dividen en dos bandos: los que creen en el pecado original y los bobos.

-La sociedad moderna se da el lujo de tolerar que todos digan lo que quieran, porque todos hoy coinciden básicamente en lo que piensan.

-Toda astucia envilece.

-Donde hay obra de arte no hay diablo.

-La sabiduría, en este siglo, consiste sobre todo en saber soportar la vulgaridad sin irritarse.

-Lo que aleja de Dios no es la sensualidad, sino la abstracción.

-El Estado moderno fabrica las opiniones que recoge después respetuosamente con el nombre de opinión pública.

-Escuchar a convencidos es interesante, pero sólo se puede dialogar con escépticos.

-El cristiano no tiene nada que perder en una catástrofe.

-El alma es la tarea del hombre.

-Toda satisfacción es una forma de olvido.

-Tener opiniones es la mejor manera de eludir la obligación de pensar.

-Quien acepte el léxico del enemigo se rinde sin saberlo.

-Todo hecho es menos interesante que su relato.

-El extremismo político sirve para disculpar la mediocridad intelectual.

-El socialismo es la filosofía de la culpabilidad ajena.

Hay una excelente antología de estos aforismos en un volumen mucho más manejable que puede ser una buena introducción a la obra de este magnífico escritor.

Escolios a un texto implícito, de Nicolás Gómez Dávila, Ediciones Atalanta, 2009.