La mojigatería suele esconderse tras el lenguaje decente.
Entre el perseverante y el pelmazo hay una distancia tan pequeña que se pueden dar la mano.
Leer para creer.
Los que ignoran la historia deberían, por decencia, abstenerse de opinar sobre política. Pero la democracia es eso precisamente: que cualquiera pueda opinar sobre lo que ignora.
La carne está bien, pero no para la eternidad.
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