Annie Ernaux en la ceremonia del Nobel se ha despachado a gusto contra los hombres, como era de esperar en una feminista irredenta como ella. El titular principal dice así: “Hay hombres para quienes los libros escritos por mujeres no existen, nunca los citan”. Seguro. Pero también hay mujeres, cada vez más, que ignoran lo que escriben los hombres y, por descontado, no los citan. La lucha de sexos le dicen a esto.
La francesa ha explicado también que su literatura tiene su origen en su deseo de “vengar a mi pueblo y a mi sexo.” Dice mi pueblo por no decir mi clase social de origen, el proletariado. del que salió, mal que le pese, teóricamente, en cuanto fue contratada como profesora de instituto y aprobó el examen correspondiente. Esa parte de su vida, la de su ascensión social, no ha sido frecuentada por su literatura, y está en su derecho a ignorarla, pero las cosas son como son y no siempre coinciden con la literatura.
Aunque pueda parecer lo contrario, a mí me gusta la literatura de Annie Ernaux. Creo en la modernidad y en la necesidad de su estilo. Creo que ya no se puede escribir con florituras y, si me apuran, ni siquiera con metáforas. La prosa sonajero y la prosa inflada, ya no deberían tener cabida en la literatura, aunque la tengan, y mucha. Así pues,¿la Ernaux? Un Nobel muy merecido, aunque sea un premio de lo mas burgués.