lunes, 7 de abril de 2008

Txingudi, final del invierno








Mediodía nublado. Bajamar en el parque ecológico Marismas de Txingudi. Todo parece tranquilo y silencioso. Apenas media docena de paseantes. En la laguna dulce sólo los patos corretean de un lado a otro. Bonitos senderos solitarios. Primeros brotes de los sauces cabrunos. Lagunas saladas, charcas, regatas. Un mundo acuático a merced de las mareas. Unos metros más allá, la turbamulta del tráfico rodado y el estruendo de los aviones. Hasta las vías del tren pasan cerca, para que no falte nada. Todo este jaleo en los alrededores. Escuchar los propios pasos, las piadas y los cantos de las aves, la brisa deslizándose entre el ramaje, ahora casi desnudo. Venir aquí, sentarse en una esquina, no hacer nada, nada, nada. Como el hombrecillo que reposa sobre un peldaño de la escalera de madera del puesto de observación. Ver flotar los insectos en el aire, las hojas secas rodando, la yerba meciéndose, las aves que picotean en las orillas.

11 comentarios:

  1. Anónimo8/4/08 00:43

    No hacer nada de nada. Sentir la calma. Hay suficiente belleza para callar
    Buenas noches

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  2. Anónimo8/4/08 09:53

    Kaixo Juan Luis.
    "No hacer nada, nada, nada,,,"
    El estar quieto mirando, fijándose, sintiendo, oliendo, disfrutando,,, a eso solemos llamar "no hacer nada" y por eso se nos pasa la vida sin enterarnos.
    Nos preocupamos tanto de tener la agenda llena de "cosas productivas", que no solemos tener tiempo de apreciar como brotan las hojas, como cambia el colorido de las zonas que recorremos habitualmente, la exuberancia de la naturaleza en éstos días medio cálidos, medio frescos.
    En lugar de simplemente "pasar" diariamente por los sitios, deberíamos pensar que estamos en otra ciudad, otro pueblo, para mirar como lo hacemos cuando vamos de vacaciones, llenándonos los ojos.
    Un muxu.

    P.D.: igual es el viento sur, pero tengo la cabeza un poco "mezclada".

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  3. Anónimo8/4/08 14:17

    No sé dónde se van mis comentarios.
    Anoche te decía algo así como:
    nada, no hacer nada, dejar que hable la belleza.

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  4. No sabría explicármelo, pero la cuarta foto se me ha quedado pegada a la retina. A lo mejor es la foto de lo que soy ahora mismo, aquí, lejos de casi todo y tan cerca de lo que, con un poco de suerte, recuperaré algún día.

    Buenas tardes, amigo Juan Luis.

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  5. Gracias por tu comentario Olvido. No te preocupes si algún comentario tarda en salir. Ocurre que aveces me retraso en abrir el correo.

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  6. Hola Marea. A veces uno tiene esa necesidad imperiosa de no hacer nada, dejar que las cosas ocurran sin interferir. Es una sabiduría que hemos olvidado. Yo creo que antes la gente la practicaba sin premeditarlo, pero ahora se ha echado todo a perder. Incluso nos da vértigo el hacerlo. Nos han comido el coco de mala manera.

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  7. Hola Mertxe. Sin la menor duda es la foto más interesante, porque es la más sugerente, la que deja abiertas más puertas a la interpretación. Tal vez debería haberla publicado el solitario, para resaltarla, pero se corre el riesgo de caer en la abstracción y, por el momento, prefiero ser lo más claro posible.

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  8. Belles images on respire la calme.

    soleil Pays Basque

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  9. Gracias por tu comentario, soleil.

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  10. Qué fotos restauradoras, esa quietud, para mí, que estoy inmersa en un horror de grúas y máquinas ruidosas (la destrucción de mi ciudad)

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  11. Isabel. El ruido ambiental es algo imposible. El día que la gente empezó a tolerarlo se acabó la posibilidad del paraiso.

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