viernes, 18 de enero de 2019

El periodista Montanelli vista al octogenario Léautaud


  El famoso periodista Indro Montanelli visita al escritor francés Paul Léautaud, de ochenta años de edad, que vive en una casita alquilada en la localidad de Fontenay-aux-Roses, próxima a París.

   Conseguir la cita no le ha sido fácil al italiano. Léautaud ya no recibe a casi nadie y considera que los periodistas son unos enmierdadores.

   Montanelli confiesa que es un gran admirador de Léautaud. Dice que, cuando empieza a leer su Diario ya no es capaz de dejarlo.

   El francés puso dos condiciones: estar poco rato y no hablar de literatura.

   Tras haber convivido y mantenido a un centenar de animales, entre gatos, perros, una cabra y una mona, en esos momentos sólo tiene tres gatos y la mona.

   Léautaud vive en la indigencia, en una casucha de aspecto abandonado, con un jardín selvático que le sirve como aislamiento. En el vestíbulo hay muchas arañas.

   Aparece el escritor y le conduce hasta un cuarto también decrépito. “No es casual que el escritor más libre de Francia, y tal vez del mundo, sea también el más pobre.”

   Nos informa que ha tratado a Flaubert como “ebanista de la literatura” y a Gide como “preciosista pobre de espíritu”. Pero, no quería hablar de literatura.

   Montanelli se entretiene en describir el legendario desaliño de Léautaud: gorro de dormir en la cabeza, una venda en torno al cuello, un número indefinido de chalecos superpuestos.

   El octogenario reconoce su admiración por Julian Benda, autor de La traición de los clérigos: “Le quiero mucho… Es malo como una víbora… Me gusta su agudeza.” “Montherland pertenece a lo prodigioso, como Hugo. Y como Hugo, me aburre. Extraordinario ingenio, gran estilo, estupenda literatura. ¿Qué puede decirse peor de un escritor?

   “No tengo libros. No leo hace años. Releo siempre las mismas cosas, tres o cuatro, no hay más, en toda la historia de la humanidad que valga la pena ser leídas. Leo solamente los periódicos, los sucesos. Y la política. La política me interesa."

"Yo, señor, no soy demócrata si caritativo. Deseo a la Humanidad entera que esté gobernada por un delincuente como Stalin. No merece más…”

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Indro Montanelli, Gentes del siglo, Ed. Espasa.