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viernes, 12 de marzo de 2021

Nosotros, tan modernos --Performance del 8-M

Quién nos iba a decir que pasaríamos por una epidemia medieval, nosotros, tan modernos, con nuestros juguetes electrónicos y nuestros niños mimados cogiendo aviones por todo el planeta.
   Quién nos iba a decir --cuando apenas habíamos disfrutado de cuarenta años de democracia--, que nos iban a encerrar en nuestros cochambrosos apartamentos, que no podríamos ni salir a la calle, ni tomar algo en los bares, ni visitar a nuestras novias.
   Quién iba a pensar que cerrarían los campos de fútbol, los cines, las bibliotecas, que sólo quedarían abiertos los hospitales y los supermercados. Estábamos tan contentos con nuestro buen pasar, nuestras flamantes redes sociales, nuestras televisiones multicanales, nuestras cadenas de tiendas de ropa, nuestros fines de semana callejeros y alcohólicos, nuestras influidoras, nuestros periódicos al borde del colapso, nuestros bestsellers femeninos, nuestro joven arte superferolítico y desquiciado.
   Y míranos ahora, suplicando para que nos dejen ir al pueblo de al lado, más allá de los confines de nuestra bienamada región.


Performance del 8-M
(disponible en Youtube)



Irene y Pedro la protagonizan. El escenario es clásico, con predominio del color morado. Conviene no arriesgar en la puesta en escena. Irene no es Esther Ferrer. Irene, en el fondo, es una señora clásica. Igual que Pedro lo es en señor. Habla ella unos minutos y luego… txalaparta, el toque étnico y confederal. Dos neskas vestidas de blanco tocando la txalaparta. La txalaparta es un instrumento que encandila. Tiene algo ancestral, totémico, enraizado en la madre tierra. Luego aparece una “trans”, que además de “trans” es actriz: Daniela Santiago, que interpretó a la mítica Veneno en la serie del mismo nombre. Aunque es un poco ordinaria, a mi me encanta Daniela Santiago. Daniela dice su mensaje y da paso a la estrella de la noche, Pedro Superestar. Pedro, además de guapo, es obsequioso cuando se lo propone. Esta noche se desborda. Es emotivo, agradecido, implicado, entregado, prometedor. Nos regala su mejor sonrisa. Chupa mucha cámara, según acostumbra. Luego calla discretamente y se reúne con Irene, la anfitriona. Ella, debajo de la máscarilla morada, se muestra agradecida con el jefe y le apunta lo bien que ha salido todo. El resto de las participantes saludan al final de la representación. La escena rebosa satisfacción y buen rollito. No se cogen de las manos porque no es tiempo de manos unidas, sino de unidas podemos.

jueves, 4 de marzo de 2021

Libros regalados --Género no binario


Libros regalados. Por la mañana, durante el paseo, he visto que han instalado un nuevo armario de intercambio de libros en Hendaya y que estaba abarrotado de volúmenes. Suelo frecuentar mucho uno de ellos, cuyos ejemplares se renuevan cada semana. Con frecuencia encuentro libros que me interesan, siquiera para darles un vistazo, aunque, como sucede, no los lea en su integridad. Los retengo una temporada y luego los vuelvo a depositar en el armario. Si alguno me interesa particularmente, me lo quedo. Ignoro quién se ocupa de abastecer de volúmenes estos armarios. Sospecho que, entre otros, lo hace alguna entidad cultural de la villa.
Como lector, desde luego, me alegra mucho esta práctica, pero también me plantea algún interrogante. Por ejemplo: el que haya tantos libros regalados ¿no es un síntoma de que los libros han perdido valor en el mercado y en la sociedad? Es probable que el libro se haya devaluado y que ya sólo se aprecien los libros nuevos, debidamente publicitados. No me cuesta imaginar un mundo sin libros. Lo que me cuesta es imaginar un mundo sin buenos libros. Sin embargo, en contraste paradójico, los libros de segunda mano, alcanzan precios elevados y otro tanto ocurre con los libros que han dejado de reeditarse y que han adquirido algún prestigio. En cualquier caso, bienvenido sea el nuevo armario de libros.

Género no binario. Tengo que ponerme al día en esto del neolenguaje si no quiero quedarme (más) desfasado. He tenido que leer dos veces un artículo de prensa para intentar enterarme de lo que es el género “no binario”, y, lamentablemente, creo que no lo he conseguido.

En el nuevo parlamento catalán, a los diputados les dan a elegir cuatro opciones para definir su “género”. A saber: hombre, mujer, no binario y no quiero contestar. El caso es que en la ficha que deben rellenar falta el asterisco donde expliquen a pie de página qué sea esto de “no binario”.

Sin embargo, a la hora de las formalidades protocolarias es un asunto importante, pues no es lo mismo tratar a alguien de señor, de señora, de no binario o de no quiero contestar. Algo parecido, a juzgar por la fotografía que acompaña el artículo, ocurre con los carteles en las puertas de los aseos, convertidos en una especie de jeroglíficos egipcios. No cabe duda de que el asunto se está complicando sobremanera. Afortunadamente uno no tiene que acudir a aliviarse al parlamento catalán.
En el mismo artículo leo expresiones como “cisgénero” y como “personas intersexuales”. Me entero también que existe una “Asociación contra el Borrado de las Mujeres”. La guinda a este engorro la han puesto algunas diputadas socialistas que --con esto de las cuatro opciones de género--, consideran que se van a difuminar las cuotas correspondientes a las “mujeres”.
En fin, me digo a mí mismo, tómatelo con calma. Poco a poco irás entendiendo de qué va esto y podrás formar parte, aunque sea marginalmente, del frenopático ibérico.


martes, 2 de marzo de 2021

Tildes, El Pideco, Monarquía, ¿Crisis?, Frivolidad

SI ERES crítico literario, tienes que leer libros malos. Si eres crítico de cine, tienes que ver películas horrendas. Si eres comentarista político, tienes que hablar sobre Pablo Hasel. En el pecado llevan la penitencia.


Tildes. Una cosa tengo clara, estimada periodista Rebeca Argudo: cuando “me duele una tilde” --Hasel-- no la pongo y cuando me duele la ausencia de una tilde --Irún, mi ciudad natal-- la pongo. Antes a esto se le llamaba respeto por la lengua propia. Pero eso debió ser antes del 23-F.


El Pideco. Tras recibir el tercer grado penitenciario, Iñaki Urdangarín, cuñado y yerno de monarcas, será trasladado a una cárcel de Vitoria. El reo ha conseguido también un nuevo empleo, lo que es todo un éxito en los tiempos que corren. El último convicto en conseguirlo fue el político --supuesto jefe golpista-- Oriol Junqueras. Lo que me ha llamado la atención --pues ignoraba que estuviéramos tan avanzados en el camino del progresismo-- es que don Iñaki --como se le llamaba antes de cruzar la línea roja-- va a seguir un “programa de tratamiento para delincuentes económicos”, pionero en el mundo, denominado Pideco. Sospecho que será un programa basado en el intento de anular la dependencia que, como las drogas y el sexo, según dicen, genera el llamado “dinero fácil”.
A falta de mayores datos hay algo ineluctable: en el estado español --antes España-- no van a faltar alumnos para matricularse en el Pideco. Sólo cabe desearles el mayor de los éxitos. Las arcas de la Hacienda les quedarán muy agradecidas.


DESTRUIR en la vejez --tal vez por despecho-- la obra de toda una vida es asunto más habitual del que cabe imaginar. Ahí está el rey J.C., que parece empeñado en destruir la monarquía que tanto le costó levantar. Si continúa haciendo una tontería tras otra, seguro que lo conseguirá. Colaboradores no le faltarán.

HAY gente --como tocada por el dedo de la divinidad-- que, con solo abrir la boca, resurge de sus cenizas.


ME HACEN gracia las especulaciones de los opinadores sobre las crisis en el actual Gobierno y sobre su eventual disolución. No hay tal ni la habrá. Es una cuestión de matemáticas, de sumar y restar. Los dos socios de gobierno suman, con el apoyo de terceros, cuartos y quintos. Cada uno de los socios por su cuenta no suman. Y, por descontado, ambos están interesados en mantenerse en el poder.
En España --y supongo que en cualquier otro lugar-- si no estás en el poder no eres nada, no vales nada. Ergo, tenemos gobierno socialcomunista para rato. Me atrevería a decir que, por lo menos, hasta el final de la legislatura. Abandonen toda esperanza.
(Si estarán seguros los podemitas, que en Cataluña se postulan para formar gobierno con los separatistas de ERC sin contar con el Partido Socialista.)


EN FACEBOOK hay censura. En Twitter hay censura. En los medios no hay censura, porque son privados y en ellos no interviene cualquiera, como ocurre con las redes. La censura en los medios corre a cargo del director o del editor y no suele trascender. En nuestros días la denominada opinión pública es el gran censor. Es la corrección política. Y la opinión pública no nace de la nada. Se crea desde el poder, desde los poderes, con la inestimable colaboración de los medios y, desde hace algún tiempo, de las redes sociales. La libertad de expresión es uno de los muchos mitos de las sociedades “liberales”.

UNA escritora catalana que acaba de publicar su tercera novela presume de frivolidad. Tiene alguna gracia escribiendo, sobre todo sus artículos cortos, lo que no es poco. Pero le pierde la frivolidad. Empecé a leer su primera novela pero me aburrí enseguida. La segunda, de mucho éxito, no la he catado. De vez en cuando me asomo a sus artículos, que suelen ser originales en cuanto a los temas. Pero esa tendencia a la frivolidad, propia de la “niña bien” que no tiene problemas económicos y no quiere ver los que tiene la mayoría de la gente, me produce algún rechazo, y, en consecuencia, he dejado de leerle.
La frivolidad en la literatura o en el periodismo es peligrosa. Puede tener un cierto atractivo inicial, pero en cuanto se refiere a un tema problemático --por ejemplo la situación económica, o la crisis pandémica-- se vuelve desagradable.
La ironía me atrae mucho, incluso el sarcasmo es divertido, pero la frivolidad tiene poca gracia.

martes, 9 de febrero de 2021

La alegría de las mimosas

Este año la floración de las mimosas ha llegado en su fecha habitual. Ese color amarillo dorado que tienen, sobre todo las más jóvenes, es una preciosidad. Qué bien armoniza con nuestros grises y verdes. La flor de la mimosa produce una falsa impresión de primavera, sobre todo porque aquí la primavera viene entreverada con el invierno, pero aún así, alegra verla en tantos jardines.

Un poco más arriba hacia el norte, por las Landas, la mimosa es tan abundante que parece una plaga. Me gusta contemplarla en la calle. En casa, sin embargo, no la puedo tener: resultan demasiado fragantes y enseguida me agobian. Ahora mismo tenemos un jacinto, que le regalaron a Greta en un supermercado (siempre le regalan plantitas en los supermercados). En cuanto ha florecido ha empezado a perfumar el ambiente, pero he tenido que mandarlo a un rincón para que esté tranquilo y no se ponga a transpirar en cuanto pasa alguien a su lado.

Para el interior son suficientes las plantas verdes, aunque sean grandes y voluminosas. El jacinto es pequeñito, pero hay que ver cómo se hace notar. En unos días florecerán los magnolios, que también abundan por aquí, aunque menos. La mayoría producen unas flores rosas espectaculares. En una de las imágenes aparece a la izquierda un magnolio. Qué idea más brillantes plantarlo junto a una mimosa en la entrada del jardín. En esta época suelo detenerme para contemplarlos.


viernes, 8 de enero de 2021

Frikismo


Me enternece la preocupación del stasblishment español por los frikis norteamericanos.


El frikismo es un punkismo de derechas.


Frikismo es futuro.


El friki ladra, pero no muerde.


Lo que más le gusta al friki es llamar la atención. Lo que menos, que le ignoren.


Asaltar un establecimiento sin armas no es asaltar, es como mucho, okupar.


El friki es hijo natural de la sociedad de consumo.


La asignatura pendiente es educar a los frikis para que no lo rompan todo.


No cambio un friki por mil fanáticos nacionalistas.


El stablishment español tiene una capacidad portentosa para “escandalizarse” selectivamente.


Confundir frikismo con fascismo sólo se le ocurre al socialcomunismo y a la derechita cobarde.


Los frikis más jóvenes no son tan frikis como parece.


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jueves, 7 de enero de 2021

EL GATO BLANCO


Esta mañana, mientras sacaba a mi viejo perrillo, he visto a otro perro, de buen tamaño, que andaba de aquí para allá, sin rumbo, como suelen hacerlo los perros perdidos o abandonados. Al vernos, el animal ha huido sin siquiera aproximarse. Un poco más abajo, al cruzar la carretera, un gato blanco también la ha cruzado, pero en sentido contrario. El gato nos ha estado observando subido en un pequeño promontorio, antes de desaparecer.

De vuelta a casa he visto cómo, en el descampado próximo, el gato blanco perseguía y ahuyentaba al pobre perro perdido o abandonado, probablemente por considerar que estaba invadiendo su territorio. He tenido una sensación extraña, como si de repente el mundo se hubiera vuelto loco y todo estuviera al revés. Por un momento he temido que fuera una premonición de mal augurio.

La visión de los perros abandonados es una de las imágenes más tristes que pueden contemplarse. El perro, a diferencia del gato, confía en los humanos, se vuelca afectivamente con ellos, y cuando estos le fallan, lo que sucede con frecuencia, apenas puede comprenderlo y se transtorna mucho. El gato, por el contrario, es mucho más independiente y su confianza en los humanos, afortunadamente para él, es muy limitada.

El perro, tres veces de mayor tamaño que el gato, ha huido despavorido. Pero no, no ha habido ninguna “inversión de los valores”. Me ha tranquilizado ver que la calle estaba llena de deposiciones de perros y que los escombros que un desaprensivo ha dejado junto al contenedor continúan sin ser retirados. Todo sigue como de costumbre.

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sábado, 21 de noviembre de 2020

Todo es muy raro


A estas alturas de la temporada, con el invierno llamando a la puerta, las farmacias no disponen de vacunas contra la gripe. Ni en Francia, ni en España. Los estados se han apoderado de ellas y las distribuyen a su antojo. Hay escasez y el libre mercado ha dejado de funcionar. Todo es muy raro.

A cambio sufrimos un bombardeo masivo de propaganda relacionado con las inexistentes vacunas contra el covid. Los medios desbordan “noticias” relacionadas con supuestas "vacunas" que están en fase de pruebas y cuya eficacia está lejos de haberse demostrado. Ya se especula sobre quienes las recibirán, sobre si serán obligatorias o voluntarias. Todo es muy raro.

El olor de fondo es a dinero, a negocio, a especulación, a manipulación, a corrupción… y a poder. El aroma de la democracia y el libre mercado --que por estos pagos nunca fue demasiado consistente--, ahora se ha esfumado. Y en su lugar hay un auténtico hedor a podrido.

Por si fuera poco, en España --dónde si no--, ya se especula con que el estado de alarma se prolongará hasta final del año 2022. Es decir, toda la legislatura sanchista la pasaríamos en estado de alarma, lo que no es obstáculo para que se aprueben, por el procedimiento del trágala, leyes que lo ponen todo patas arriba.

Todo es muy raro y muy sospechoso.

sábado, 31 de octubre de 2020

Escucho mis pasos


Día 1. En mi ingenuidad irredenta, no pensaba que volvería a vivir otro confinamiento. Hoy ha sido el primer día de la segunda edición, así que, para dar mi paseo cotidiano --limitado a una hora-- he tenido que rellenar un formulario (en PDF en esta ocasión, progresamos).

   A las 5.30 de la tarde, he salido de casa y he repetido uno de mis paseos habituales: bajar hasta la playa y regresar, casi por el mismo camino.

   Aunque hay más tráfico que la vez anterior --porque hay menos restricciones-- he vuelto a escuchar mis propios pasos, y también el canto de los pajarillos, que lo tenía casi olvidado. Es una sensación de tranquilidad y soledad muy agradable.

   El camping por el que paso, que en realidad es una arboleda atravesada por una carretera poco frecuentada, está cerrado y, en consecuencia, vacío.

   Metros antes de llegar a la arboleda, ya se escucha la turbina infatigable del mar. Desde la altura diviso el cabo de Higuer, envuelto en una tenue neblina que le da un aire muy lírico.

   ¿Qué habrá pasado con la playa? ¿Estará cerrada a cal y canto como la otra vez? La sola idea de que esté cerrada me produce una mezcla de tristeza y enfado. Si hay un lugar seguro y ventilado es la playa, pero uno, a estas alturas, ignora los criterios que siguen los gobernantes para adoptar sus extraña decisiones.

   Cuando llego al bulevar veo mucha gente y bastantes surferos. Buena señal. La playa, al menos de momento, está abierta. Luego me dicen que también los parques. Bueno, me digo, a ver si dura, porque la playa y los parques son lo mejor que tenemos en Hendaya.

   La marea está muy alta, quizá es la hora de la pleamar y, además, hay luna llena. Las olas llegan hasta el muro de contención del paseo. Algunas rebotan y se confunden las que vuelven con las que vienen, formándose grandes cantidades de espuma blanca.

   Me quedo un rato contemplando el mar y los surferos. Confieso que me dan envidia. Hace más de un mes que no me doy un baño. El otoño está siendo poco propicio, cosa rara en estas latitudes, donde los meses de septiembre y octubre son idóneos para los baños de mar. Pero este año todo se ha alterado.

   Para cuando quiero darme cuenta la hora de asueto ya se ha esfumado y debo regresar. Además, la batería del teléfono se ha agotado. Espero no cruzarme con algún gendarme. Pues sí que empezamos bien.

   La vuelta --en ascenso-- es muy tranquila. La luz merma por momentos y la neblina parece incrementarse. Ha sido una excelente y soleada jornada.

   Desde el puente del ferrocarril hay una bella vista de las Peñas de Aya. Apenas se divisan las crestas; el resto permanece oculto. Las Peñas de Aya son nuestro monte Fuji. En la desembocadura del Bidasoa se las divisa desde cualquier punto. Cada día, cada hora, cada momento, ofrecen un aspecto diferente.

   Al bajar la cuesta me alcanza un delicioso olor a madera quemada.


sábado, 19 de septiembre de 2020

Fiesta en el jardín


Es terrorífico pensar que Dios haya creado al hombre “a su imagen y semejanza”.

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La naturaleza da miedo, pero el hombre da pánico.

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El abismo. “Ví entre lágrimas la faena del gitano (Rafael de Paula) a un toro de Bohórquez… ”, le contó el escritor José Bergamín al editor Manuel Arroyo-Stephens. --Supongo que esto puede entenderlo algún aficionado a la tauromaquia, pero no creo que haya muchos no aficionados que lo entiendan. Hace tiempo que se abrió un abismo cultural que se lo tragó todo.

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Primer rocío del año,

fiesta en el jardín.

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domingo, 13 de septiembre de 2020

Brevedades: la crítica

Cuando le gusta, calla; cuando no le gusta, lapida: alma de chichinabo.

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Los malos críticos siempre quieren que todo encaje en los corsés.

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Aquel crítico presumía de su hiperactividad. Pretendía justificar así su perfidia.

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Hay algunos comentaristas de blogs que se toman demasiado en serio la heteronimia.

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Algunos escritores se permiten ser juez y parte. Esto no pasa con pintores, ni músicos, ni toreros, ni futbolistas.

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viernes, 11 de septiembre de 2020

Heráclito

Sobre la pandemia lo dejó bastante claro Heráclito de Efeso: “La salud humana es un reflejo de la salud de la Tierra”.

      
La tristeza es un equilibrio que reconforta de entusiasmos pasados.


¿A quién vacunamos primero? se preguntan algunos periódicos. Venden la piel antes de cazar el oso.


El debate político irrisorio --que es el habitual en el país--, sirve para camuflar la incompetencia.


Los telediarios y los debates políticos siempre llevan una gota de láudano.


Confunden la tertulia con la cátedra y la cátedra con la verdad.


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miércoles, 9 de septiembre de 2020

"BEATOS"

Los beatos, si pudieran, nos pondrían a todos de rodillas. Unos para que recemos; otros para pisarnos el cuello.


Cuando el beaterío de la derecha y el de la izquierda se dan la mano, entonces alguien va a salir machacado. No falla.


El nuevo beaterío laico se ofende aún más rápido que el viejo beaterío clerical.


Lo que no faltan nunca son beatos impositivos e inquisitoriales.


Ahora el beaterío lleva coleta, pendientes y tatuajes.


Ha dicho "Mi Persona" que quiere abolir la prostitución. Esto no sólo refleja beaterío, sino una ignorancia supina.


La prostitución y la tauromaquia son dos piedras de toque para identificar al beaterío.


Hoy se educa a los jóvenes para el beaterío. Qué aburrimiento.


Los nuevos beatos se preocupan mucho por la dignidad... ajena.

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sábado, 5 de septiembre de 2020

Minucias, Mi Persona, homilías, un ascenso…

Tu salud, tu vida, son minucias. Nada de eso les importa. Lo único que les importa son los grandes negocios y su continuidad.

Que "Mi Persona" mienta no es noticia.

Escuchar sin inmutarse alguna de las homilías televisadas de "Mi Persona" no está al alcance de cualquiera.

Cerrado por vacaciones. Si la pandemia llama a tu puerta en agosto, que vuelva en septiembre.

Parece que habrá ascenso en el Gobierno vasco: Idoia Mendía será nombrada ama de llaves.

Ronda alguno por aquí al que le gusta ironizar sobre mis querencias orientales (zen, taoismo, poesía china, japonesa, etc.) Debe ser un cristiano viejo, reconvertido al culto socialista, que aún añora la pureza de sangre.

Es admirable lo obedientes que son algunos, precisamente los que más desobedientes parecían. Prietas las filas cuando la maquinaria propagandística gubernamental toca a rebato. ¡Así da gusto!

Mientras no aprendamos a distinguir publicidad de propaganda, seguiremos siendo vulnerables a ambas.

Los asesores de Messi no se han ganado el sueldo. Los del Gobierno, tampoco.

La hiperactividad no justifica la perfidia.

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viernes, 4 de septiembre de 2020

Indignación, vanidad, aburrimiento, los buenos...

1. Si quieres vivir con tranquilidad, es imprescindible que aprendas a defenderte de la indignación.

2. A la mayoría de los aforismos se les puede tanto dar la vuelta como sacarles punta.

3. La vanidad está desprestigiada y mueve a la burla, pero es útil para mantenerse a flote.

4. Si no has compuesto alguna cancioncilla o escrito algún diario durante el confinamiento no eres nadie. Sin duda el aburrimiento estimula la creatividad.

5. “El activismo cultural ha muerto”, dice el modernito encumbrado por la prensa fetén. Los babosos no pasan de moda.

6. ¿Cuánto tiempo estuvo el país bloqueado con el “No es no” de "Mi Persona"? ¿Un año, dos años? Y, sin embargo, volvieron a votarle. Y, claro, todo tiene un precio.

7. Algunos se hacen ilusiones de ver a Iglesias en el banquillo. Desengañaros, los "buenos" siempre van al cielo.

8. Los partidos de fútbol ganarían mucho interés si pudiéramos escuchar lo que gritan jugadores y entrenadores a pie de campo. Pero los que mandan en estas cosas consideran que nuestros oídos no están preparados para algo tan realista.

9. Se tumban en la arena y dibujan un perímetro alrededor. La playa parece un puzle de parcelitas.

10. El moño y los pendientes de Pablo Iglesias, asunto de Estado.





miércoles, 2 de septiembre de 2020

Libertad, fascismo, cordón sanitario, pasteleos...

1. Para qué sirve la libertad de expresión si no la ejerces. Para qué sirve si la ejerces y nadie te escucha.


2. No se puede criticar el uso irracional de las mascarillas. Enseguida te acusan de propagar el virus, de ser un irresponsable. Aquí la racionalidad molesta mucho.


3. Primeros en número de contagios en Europa. Menos mal que la mascarilla es obligatoria.


4. Fascismo es todo lo que va contra la libertad, venga de la derecha, de la izquierda o del centro.


5. Que la portavoz de Bildu hable de “hacer un cordón sanitario contra el fascismo” entra en el surrealismo carpetovetónico.


6. Lo de Messi es una prueba de nuestra afición a elevar diosecillos a los altares para luego derribarlos.


7. No hay el mínimo resquicio para la libertad en los partidos políticos. Como para hacerse ilusiones de que van a defender la libertad ajena.


8. El Papa Francisco ya está organizando (moralmente) cómo debe distribuirse la vacuna inexistente contra el covid. Parece ser la especialidad de la casa: elucubrar sobre lo que no existe.


9. El PP va a seguir pasteleando con el PSOE para lo del Poder Judicial. Todo es bueno para la partitocracia, menos la independencia de los jueces.


10. Miguel Bosé ya debería saber que aquí no te encumbran para que luego vayas por libre y sueltes lo primero que te pase por la cabeza.


domingo, 30 de agosto de 2020

LEER O ESCRIBIR

Los tres libros de la foto los he retirado esta mañana del cajón de intercambio de libros de Hendaya. Es una suerte disponer de algo semejante al alcance de cualquiera. Los tendré una temporada conmigo y luego, previsiblemente, los devolveré al cajón.
Siempre me han dado un poco de risa esas afirmaciones del tipo: “escribir es como hacer el amor”. No lo creo en absoluto, porque no creo que hacer el amor sea una actividad en la que se sufra. Al contrario, hacer el amor es, o debe ser, una actividad placentera.
Escribir, sin embargo, no me parece una actividad placentera, salvo que seas masoquista y te guste sufrir. Porque escribiendo se puede gozar, pero, por regla general, se goza como un premio y tras una considerable sesión de sufrimiento.
Decía Roberto Bolaño, que escribió una considerable cantidad de palabras, que escribir era una actividad masoquista. Entonces, si eres masoquista, es obvio que la escritura puede ser para tí una actividad placentera.
Como siempre, en el terreno de los gustos hay una gran variedad y, en consecuencia, todo es opinable.
Es muy conocida la opinión de Borges sobre su preferencia de la lectura sobre la escritura, hasta el punto de asegurar sentirse orgulloso por los libros que leyó en detrimento de los que escribió. Que eso lo diga Borges suena un poco a jactancia, pero es verdad que Borges no escribió demasiado y casi siempre lo hizo cultivando géneros breves.
Stendhal, durante su actividad consular en la apartada Civitavecchia, escribía para combatir el aburrimiento, o al menos eso asegura en uno de sus prólogos.
Por lo que sabemos Henri Beyle, además de ser un personaje epicureo. tenía mucha soltura con la pluma. No era de esos que se torturan para confeccionar una frase, como le ocurría a Flaubert.
Paul Léautaud, autor de un monumental Diario Literario --que en buena parte se publicó tras su muerte-- siempre aseguró que para él la escritura era su mayor placer. Solía hacerlo de forma manual, a la luz de las velas y utilizando una pluma de ave (puede que de ganso). “Escribo para mi propio placer” dejó dicho el gran amante de los gatos. Y, además, aseguraba que apenas leía, salvo algunas cosas de su ídolo Stendhal, entre ellas el "Lucien Leuwen".
Pero creo que Léautaud era un caso excepcional, además de marginal.
A los escritores que no leen se les nota mucho. Yo no puedo concebir una cosa sin la otra. Pero en los tiempos actuales, tan dinámicos y ferolíticos, salta a la vista que abundan los escritores que no leen más que algún periódico, los contratos con sus editores y algún top ventas para tener conversación en los cócteles de la tarde.
Por mi parte, creo que es mucho más sensual leer que escribir. Si me viera forzado a elegir para el resto de mis días una sola de estas actividades elegiría, sin dudarlo, la lectura.
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martes, 4 de agosto de 2020

OTRO REY AL EXILIO

Runrún de acontecimiento importante. Gran repercusión incluso en Facebook, que es un lugar donde la gente no se suele mojar demasiado.

Como de costumbre, división de opiniones. No cabía esperar otra cosa en España.

Las reacciones de cada uno le retratan, tanto a nivel individual como colectivo.

Es triste. Es penoso. Tiene poca gracia.

Lo más triste es que delincuentes políticos no faltan en este país. Algunos de ellos han robado a saco y andan por ahí muy ufanos sacando pecho. Ni se les ha pasado por la cabeza exiliarse.

Unos se corrompieron, otros robaron, otros practicaron el terrorismos, otros dieron golpes de Estado. Para qué dar nombres.

Un rey no se exilia todos los días y los exilios anteriores no puede decirse que trajeran nada bueno. 

Si mi memoria no falla, el anterior fue Alfonso XIII. Su salida trajo la II República.

El otro precedente fue Amadeo de Saboya, que reinó entre 1870 y 1873. Había cubierto el hueco que dejó otra exiliada, Isabel II. Amadeo se fue totalmente asqueado de la política y los políticos del país. Tras él vino la I República, que tampoco fue para tirar cohetes.

Como era previsible los bolivarianos (métase aquí todo lo que se quiera) ya hablan de república. A nadie le sorprende. Es lo que hay.

Sin duda ya hay muchos pescadores dispuestos a pescar en el río revuelto. Y en peor momento posible.

Hace un par de días lo dije en Facebook:

“Sí eres gobernante y ves que el rey se está corrompiendo delante de tus narices, y no haces nada, también eres responsable.”

La partitocracia española también es responsable. Muchos de los ahora se lavan las manos también son responsables.

Esperemos que esta vez la historia sólo se repita como farsa. Pero en España nunca hay que hacerse ilusiones.

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lunes, 3 de agosto de 2020

VIEJOS (FRAGMENTO)

--Vamos más allá. Vamos a inventarnos algo. Poeticemos. Puede que lleguemos a algún lado.

--O puede que no.

--Entonces dará igual porque, en realidad, no vamos a ningún lado.

--Es por hacer algo no crea. A mi en realidad nada me importa.

--En eso nos parecemos.

--Deberíamos conformarnos con la realidad ¿no cree?

--Sería lo justo, desde luego. Pero, entonces, ¿qué hacemos con la literatura?

--Me da igual lo que hagamos. A mi la literatura ya no me interesa. Soy demasiado viejo.

--Los dos somos viejos, amigo mío. Y tampoco me importa demasiado la literatura. Es más, me fastidia que se le de tanta importancia.

--Es cosa de los jóvenes. O ya no recuerda que usted fue también un fervoroso lector de novelas.

---Claro, ¿cómo no iba a recordarlo?

(...)

LO CURSI, UN ESBOZO

No soy objetivo. La cursilería me da pánico. Sobre todo en política.

El barniz cursi de la cultura actual me hace poner pies en polvorosa.

Ante la avalancha de textos que nos caen encima, solo cabe una discriminación estructural. Cada frase se mira con lupa, hasta dar con la frase imperdonable. Suele bastar con un par de párrafos.

La frase lírica es peligrosa, porque te incita a ser indulgente. Por ese camino te pueden dejar K.O. con una sola página.

Para relajarme del cansancio del texto necesito las imágenes, tanto estáticas como móviles.

La palabra estilista casa mejor con peluqueros que con escritores.

La comprensibilidad es mi bestia negra literaria. Rechazo todo texto que no comprendo. Bueno, me digo, esto no es para mí.

Hay dos tipos de cursilería: la auténtica y la falsa. La falsa implica hipocresía y populismo. La verdadera, ¿tiene que ver con la crueldad?

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lunes, 27 de julio de 2020

Coros y danzas


El Gobierno fetén escondía 16.500 muertos por covid debajo de la alfombra, según el diario El País, poco sospechoso de derechismo.


Sólo un medio, UNO, ha venido dando, desde hace meses, la información correcta sobre la cifra de fallecidos: OK Diario, medio calificado como panfleto de extrema derecha por fuentes gubernamentales. 


El resto de los medios se han dedicado a hacerle los coros y danzas al Gobierno.


En España para conocer la verdad tienes que leer panfletos.


Con 16.500 muertos escondidos debajo de la alfombra tuvieron el admirable cuajo de organizar un homenaje de Estado.


Muchos españoles, en efecto, tienen derecho a un Gobierno que no les mienta. Pero otros muchos están encantados con que lo hagan.