La Comunidad Europea quiere que los países integrantes incrementen sus gastos de defensa por una de estas dos razones: porque Trump así lo ha ordenado y porque nos quieren meter en vena que Rusia es un peligro para nuestra seguridad. Aceptemos esto, lo que, sin duda, es mucho aceptar.
Entonces, si España debe incrementar su gasto militar hasta un tres por ciento, lo que para un país como el nuestro es una pastizal, Sánchez se va a columpiar. Porque Sánchez está en la poltrona tras haber perdido las elecciones, lo que equivale a decir que el astuto Pedro, con todo lo chulito que parece, es un títere en mano de sus socios. Y los socios, ay, no arden en deseos de incrementar el gasto militar.
Es que los gastos militares no son populares. ¿Alguien se imagina a Yolanda Díaz votando a favor de semejante cuestión? Yo sí, porque esta señora es capaz de cualquier cosa, basta que luego lo explique a su atolondrada manera, es decir, que no lo explique en absoluto. Es como si a esta mujer le bastara un golpe de melena. Pero, claro, hay más. Yo a Podemos tampoco los imagino, ni a los separatistas catalanes (no sea que luego las armas se vuelvan contra ellos) ni siquiera al PNV, más que nada porque se le echarían encima los "pacifistas" de Bildu.
A ver si a Sánchez le va a pasar como le pasó a Zapatero que tuve que irse porque la CE le exigía unos recortes que el buen hombre –tan proclive como buen socialista a la generosidad con el dinero público– no quiso implementar (¡qué palabro!). En cualquier caso será triste, porque, una vez más, la nación no es capaz de librarse de sus desechos políticos.
Claro que a Sánchez siempre le quedará Feijoo.
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