martes, 15 de marzo de 2011
R. Walser, la madre, las mujeres, el amor
“He nacido para ser regalo, siempre he pertenecido a alguien y me molesta vagar un día entero sin encontrar a nadie a quien ofrecerme” (Los hermanos Tanner, 1907)
“No hay duda, querida señora Mermet, de que estimo mucho a una mamá como lo es usted para mí, esto debe saberlo de sobra. Pero es que existen además otras muchas, o mejor dicho, una abundante serie de mamás, y si yo fuera unilateral en esto, y pensara siempre en una sola, todas las demás me lo reprocharían. Precisamente en este aspecto, por increíble que parezca, uno necesita una gran cautela, yo considero mi más hermoso deber seguir siendo ecuánime de la manera más amable posible con todas mis buenas, bellas y delicadas mamás.”(carta a Frieda Mermet, 1925)
“Sólo las mujeres saben enojarse. Aunque ¡silencio! Pienso en mamá. ¡Qué sagrado es para mí el recuerdo de los instantes en que se enfadaba! (Jacob von Gunten, 1909)
“No es lícito amar al que desea amar, sería perturbarle en su devoción.” (Los hermanos Tanner, 1907)
“De hecho no se sabe si amor y arte se soportan siquiera mutuamente.” (Vida de un pintor, 1916)