Dos horas en la ITV

Dos horas para pasar la ITV del coche. Más media hora de ida y otra media de vuelta. Total, tres horas. Las doy por bien empleadas. Me he ahorrado más de diez euros y he conocido un sitio nuevo (la ITV de Santesteban, Navarra), donde, pese a la larga espera, me han tratado con simpatía y no me han tocado las narices en la inspección, como solían hacerme en la ITV de Irún, Guipúzcoa.  No hay mal que por bien no venga.

Habida cuenta de que el sistema monopolístico de las ITV no es más que una “extorsión” por parte de los gobiernos a los propietarios de vehículos, me alegro de que mi dinero vaya a parar al Gobierno de Navarra y no al Gobierno vasco que es donde me correspondería por geografía, es decir, por proximidad.

El Gobierno vasco -éste del señor Urkullu, y el anterior del señor López-, han utilizado, están utilizando, la huelga de las ITV guipuzcoanas para multar vía Policía vasca a los conductores que se han visto afectado por la huelga. Una actitud muy poco ética y muy poco estética.

Tengo que decir aquí que la Inspección Técnica de Veículos  ha sido diseñada en España y apenas sirve para otra cosa, que para “extorsionar” a los propietarios de vehículos. Por una parte, los diferentes gobiernitos autonómicos reciben una sustanciosa pasta gansa a cuenta de la concesión del servicio (que pagamos los usuarios, naturalmente) y por otra los susodichos se garantizan un no menos sustancioso Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que también pagamos los usuarios, naturalmente. Negocio redondo. En el caso del Gobierno vasco (todavía hay clases) el bisnes se completa con las multas.

Esta situación sólo tendrá fin el día en que la Administración española acabe con los monopolios y con las concesiones monopolísticas. El día que cualquier taller habilitado para ello realice las inspecciones y emita los cerfiticados correspondientes no sólo es posible que se abarate el servicio sino que, además, los usuarios no se verán a merced de cualquier huelga.

En lo que a mí respecta, la ITV de Santesteban se ha ganado un cliente.