El Teatro Principal y el quiosco de la música del Paseo del Espolón
Es uno de esos escasos días burgaleses en que el cielo está totalmente cubierto. El que además haga frío no es extraño, ya casi vencido el mes de noviembre. El otoño un poco avanzado le presta al paisaje un esplendor melancólico.
Me propongo dar un paseo hasta el monasterio de Las Huelga, siguiendo la margen derecha del Arlanzón, primero por el paseo del Espolón y luego por el de La Audiencia para seguir por los jardines de La Isla. Voy a recorrer un largo y bello jardín romántico surcado por un río que, pese a la sequía, baja impetuoso. Ha llovido la noche pasada y esa circunstancia hace que brilla la alfombra rojiza de las hojas y que la tierra emita una fragancia deliciosa.
Los arcos de Castilfalé o de los Comendadores proceden de una granja y fueron donados por el conde de Castildefé.
Apenas me cruzo con algún paseante apresurado, con unos pocos corredores y con propietarios de perros que merodean por la senda junto al río. La tribu de los patos está muy animada, algunos sobrevuelan las aguas, otros nada de un lado para otro. Diversas especies de aves se dejan ver entre la vegetación.
El monumento a Cervantes
La portada románica de la iglesia de la localidad burgalesa de Cerezo del Río Tirón se encuentra en este paseo después de haber sido rescatada cuando estuvo a punto de ser exportada al extranjero, como tantos otras obras artísticas y arquitectónicas españolas tanto por robos como por simples expolios. Esta portada fue localizada en la ciudad de Vitoria, en 1931, desmontada en piedras que habían sido embaladas. La portada data de finales del siglo XII y se considera obra del denominado segundo artista del claustro de Silos. Los relieves de la Adoración de los Reyes, de esta misma iglesia (la iglesia de Nuestra Señora de la Llana) se pueden ver en el Museo de los Claustros de Nueva York.
Más adelante encontramos la Gruta y el Estanque de los Tritones, ambas del finales del XIX. La gruta, sostenida por dos sirenas, está formada por estalectitas y estalagmitas procedentes de las cuevas de Atapuerca.
El paseo de la Isla es un jardín botánico donde pueden verse gran variedad de especies arbóreas, rotuladas en su mayor parte. Hay árboles de gran porte y diferentes especies arbistivas: saúco, palmito, ciprés, secuoya gigante, fresno, cedros, abeto, álamo, sauce llorón, tejo…
Cruzando el río y bordeando el parque del Cerrato, que también puede
visitarse, se llega hasta el monasterio cisterciense de Santa María la Real de
las Huelgas que fue fundado en 1187 por Alfonso VIII de Castilla y su esposa
Leonor de Plantagenet. Esta Leonor, fue hija de Enrique II de Inglaterra y de
Leonor de Aquitania, reina y madre de reyes, una mujer de gran carácter cuya larga
vida ha dado lugar a mucha historia y literatura.
El monasterio, que puede visitarse con guía, ha sido uno de los más
ricos e influyentes de España.
Las primeras monjas de este monasterio procedían del monasterio de Santa
María de la Caridad, en Tulebras, Navarra, que fue el primer cenobio del Císter
femenino en España (1157) y que hoy continúa activo.
A la vuelta al centro de la ciudad, en este mismo lado del río, se puede
visitar una zona de chalés ajardinados con edificios bellos e interesantes.