15.5 x
Sigue la racha
Debo estar pasando por horas bajas. Aunque he dormido bien, he vuelto a levantarme demasiado temprano. La mañana también ha resultado un poco insulsa. Salvo ir al médico. donde no ha habido novedades, he hecho lo mismo que muchas otras mañanas. He trabajado un rato en mis papeles, he sacado al perro a dar una vuelta a la manzana, he limpiado y, finalmente, he ido al gimnasio, aunque algo más tarde de lo habitual.
Había poca gente. Mientras pedaleaba en la bici he verificado que en las pantallas de televisión no había nada interesante, lo que, por otra parte, es lo habitual: la repetición de un partido de tenis celebrado hace dos o tres días y la larga intervención de un político más bien zarrapastroso. Todo sin voz, a Dios gracias.
Entre los esforzados usuarios no había nadie que mereciera la pena contemplar más allá de un par de segundos. Quizá ha sido ese detalle el que ha teñido de insulsez la mañana.
Poco después, en la piscina, el tiempo ha transcurrido de forma parecida, con la salvedad de que, por lo tardío de la hora, esperaba menos concurrencia y, sin embargo, he tenido que compartir la calle, lo que siempre resulta incómodo. Al llegar a casa he comido solo: mis dos chicas estaban ausentes.
La lectura del último Diario de Ignacio Carrión, lleno de penalidades, no ha contribuido a animarme.
Dos horas de jardinería por la tarde ya me dejan para el arrastre.
16.5 j
Autoconsejos
Me doy algunos consejos sobre escritores:
Desconfía de los verborreicos y de los caudalosos.
Desconfía de los que no aman la naturaleza.
Desconfía también de los que no aman la música.
Christian Bobin
Continúa mi aproximación al siempre interesante escritor francés Christian Bobin. Leo algunas entrevistas.
“Para mí escribir es buscar todo lo que en nuestras vidas ha sido abandonado, descuidado, todo lo que el mundo deja, y volver a situarlo en un lugar privilegiado; es ir a rebuscar en lo que el mundo rechaza y encontrar oro.”
“No hago una separación entre lo humano y lo divino. Cuando lo humano del mundo disminuye o se oscurece, entonces lo divino sigue el mismo camino.”
“Para ver a Dios basta mirar un rostro; es como un pequeño templo de carne. La dificultad con el nombre de Dios es que creemos saber de qué se trata. En verdad, yo no sé lo que es Dios. Es más bien un sentimiento, un presentimiento, una certeza no dogmática.”
Qué hermosas citas.
¿Es usted feliz? le preguntan. “Cuando escribo sí. Y después tengo el sufrimiento del hombre. Estoy buscando poco a poco la sabiduría. Cayendo, a veces renqueando. Pero siento una confianza que no puedo explicar.”
Las casualidades
Vaya hombre, qué casualidad. Han detenido en Francia al jefe de ETA, Yosu Ternera, tras 17 años huido de la Justicia. A una semana de las elecciones. Y, además, no van a poder soltarlo hasta que pasen los comicios. ¡Cuánta crueldad!
Tengo la sospecha de que los gobiernos español y francés nos toman por tontos. Y, a juzgar por las reacciones que veo, con toda la razón.
Mamá quejosa
En el tren, con los zapatos mojados sobre el asiento de enfrente, la mujer se queja de la pasividad y vagancia de su hijo adolescente. “Va en moto a todas partes -le dice a su amiga- y siempre llega tarde a todas partes.”
Ah, las familias
Cuando dicen que Fulano “pertenecía a una antigua familia” qué querrán decir exactamente. ¿Acaso no son antiguas todas las familias?
Niños y perros o viceversa
Hay algunas que se ponen tan pesadas con los perros que cuesta imaginar qué sería de ellas, y de nosotros, si tuvieran media docena de hijos.
Christian Bobin
Continúa mi aproximación al siempre interesante escritor francés Christian Bobin. Leo algunas entrevistas.
“Para mí escribir es buscar todo lo que en nuestras vidas ha sido abandonado, descuidado, todo lo que el mundo deja, y volver a situarlo en un lugar privilegiado; es ir a rebuscar en lo que el mundo rechaza y encontrar oro.”
“No hago una separación entre lo humano y lo divino. Cuando lo humano del mundo disminuye o se oscurece, entonces lo divino sigue el mismo camino.”
“Para ver a Dios basta mirar un rostro; es como un pequeño templo de carne. La dificultad con el nombre de Dios es que creemos saber de qué se trata. En verdad, yo no sé lo que es Dios. Es más bien un sentimiento, un presentimiento, una certeza no dogmática.”
Qué hermosas citas.
¿Es usted feliz? le preguntan. “Cuando escribo sí. Y después tengo el sufrimiento del hombre. Estoy buscando poco a poco la sabiduría. Cayendo, a veces renqueando. Pero siento una confianza que no puedo explicar.”
Las casualidades
Vaya hombre, qué casualidad. Han detenido en Francia al jefe de ETA, Yosu Ternera, tras 17 años huido de la Justicia. A una semana de las elecciones. Y, además, no van a poder soltarlo hasta que pasen los comicios. ¡Cuánta crueldad!
Tengo la sospecha de que los gobiernos español y francés nos toman por tontos. Y, a juzgar por las reacciones que veo, con toda la razón.
Mamá quejosa
En el tren, con los zapatos mojados sobre el asiento de enfrente, la mujer se queja de la pasividad y vagancia de su hijo adolescente. “Va en moto a todas partes -le dice a su amiga- y siempre llega tarde a todas partes.”
Ah, las familias
Cuando dicen que Fulano “pertenecía a una antigua familia” qué querrán decir exactamente. ¿Acaso no son antiguas todas las familias?
Niños y perros o viceversa
Hay algunas que se ponen tan pesadas con los perros que cuesta imaginar qué sería de ellas, y de nosotros, si tuvieran media docena de hijos.
Fotos: la mejor jardinería la encuentro por la calle.
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De Christian Bobin, ¿has leído "Le Très-Bas" sobre san Francisco de Asís y "La Dame blanche", sobre Emily Dickinson, para mí dos de sus mejores iibros?
ResponderEliminarDe él hay muchas entrevistas excelentes en Youtube. Por ejemplo:
https://www.youtube.com/watch?v=oF8RzsLyQCM
https://www.youtube.com/watch?v=gSegkQo0cao
https://www.youtube.com/watch?v=e4kx0JLyBrQ
https://www.youtube.com/watch?v=0xt4dNXFIeo
Algunas citas de sus libros:
- Celui qui est sans argent manque de tout. Celui qui est sans lecture manque du manque.
- À quoi ça sert de lire. À rien ou presque. C'est comme aimer, comme jouer. C'est comme prier. Les livres sont des chapelets d'encre noire, chaque grain roulant entre les doigts, mot après mot. Et c'est quoi, au juste, prier. C'est faire silence. C'est s'éloigner de soi dans le silence.
- Il n'y a pas de connaissance en dehors de l'amour. Il n'y a dans l'amour que de l'inconnaissable.
- Les enfants sont comme les marins: où que se portent leurs yeux, partout c'est l'immense.
- Nous ne sommes faits que de ceux que nous aimons.
- Les hommes tiennent le monde. Les mères tiennent l'éternel qui tient le monde et les hommes.
- Il est bon pour un enfant d'avoir ses deux parents, chacun le protégeant de l'autre: le père pour le garder d'une mère trop dévorante, la mère pour le garder d'un père trop souverain.
- Ce qui est impossible à comprendre est tellement simple à vivre.
- Entre moi et le monde, une vitre. Écrire est une façon de la traverser sans la briser.
- Dieu descend à terre aussi naturellement que la musique de Mozart monte au ciel, mais il nous manque l'oreille pour l'entendre.
Conozco los dos libros. Creo que ambos están traducidos. Me gusta también el "Autoportrait au radiateur". Esa mezcla de reflexión, misticismo y poesía es irresistible. Fue todo un descubrimiento.
ResponderEliminarLas citas, excelentes, Baltasar.
Todo lo de Bobin suele ser ondulante, etéreo, neblinoso, fluido, aceitoso, incluso lubricante. Todo muy blandiblú. Masaje thai. Teología de Jacuzzi. ¿Poesía, teología, repostería? Y siempre muy regado y rociado de amor, Amor, Love. Amor es el Gran Comodín, el Condimento Universal. Qué acogedor, qué placentario.
ResponderEliminar@ Marion Costello
ResponderEliminar¿En qué lengua lees a Bobin? Si lo lees en español, habla de sus traducciones, no de su obra original. Si juzgas a Baudelaire, Mallarmé, Verlaine o Rimbaud por sus traducciones en español no comprenderás su fama. Y sin embargo...
Jajá, cierto. Marion. Muy bien descrito, con el punto justo de exageración.
ResponderEliminarTodos los escritores profesionales tienen el problema de que, antes que después, terminan copiándose a sí mismos, repitiéndose. A mi lo que más me gusta de las antologías es esa posibilidad de verlo todo de un vistazo, sin tener que pasar por todas las etapas.
Confieso mi pecado, casi todo leído en traducciones. Pero no le doy tanta importancia. También Proust y Shakespeare y Stendhal y Valery y Elliot y Danton y Robespierre. Y me he ido apañando.
ResponderEliminarMerci
He sido bastante desastre con las lenguas extranjeras y siempre he preferido leer en traducciones. He leído algunas, sobre todo cuando era joven, que bordeaban la infamia. Hay autores que leídos en su lengua original impresionan. Estoy pensando ahora en Proust y en Chateaubriand. Otros llevan mejor la traducción. En este campo me parece que hemos mejorado bastante. Mi ineptitud para el inglés es una de las cosas que más lamento. Creo que la literatura anglosajona es la más importante. Es curioso que ahora que los chavales estudian tanto inglés, al menos en teoría, ya casi no lean.
ResponderEliminarMe gustaría que profundizase un poco en su opinión de que la literatura anglosajona es la más importante. ¿Lo dice por la novela, por la poesía? ¿En qué autores está pensando? Los franceses también tienen contribuciones grandiosas, fíjese en el propio Proust, que es como "el padre de" todo lo moderno, o el curiosísimo Céline.
ResponderEliminarGracias.
Lo decía en el sentido más amplio posible, el que entiende por literatura todo lo que se escribe, no sólo la llamada ficción o narrativa. En el ensayo (también en sentido amplio) cabe todo el conocimiento imaginable y ahí me parece obvio el predominio anglosajón. Luego podemos calibrar tal o cual escritor. En casi cualquier ámbito que imaginemos la "literatura" anglosajona está a la cabeza. Ocurre lo mismo (y no es casual) con sus universidades. Otra cosa es que yo no cambien a mis poetas chinos y japoneses por ningún anglosajón, pero es que todos estos orientales nos han llegado también gracias a eruditos ingleses o norteamericanos.
ResponderEliminar
ResponderEliminarCuando se leen grandes obras literarias en prosa (otra cosa es la filosofía o los ensayos, en los que el estilo no es importante - aunque lo es - y mucho - en ciertos pensadores, como Nietzsche o Cioran, por ejemplo) en buenas traducciones, se pierde mucho de su calidad. Cuando se lee poesía, se pierde el 90 % de ella. Pero leer grandes obras literarias en prosa o libros de poesía en traducciones macarrónicas, es como no leerlas. Y en español, la gran mayoría de las traducciones son lamentables, cosa que la gente no sabe porque nadie en España o en América Latina las revisa, ni los editores, ni los críticos, ni los lectores que podrían hacerlo.
¿Por qué digo eso? Porque yo me dediqué a la traducción literaria hace muchos años, actividad que dejé por lo mal pagada que estaba (aquí en Francia se pagaba entonces 4 veces más que en España) y sobre todo por el analfabetismo de los editores españoles (que te envían cartas con faltas de ortografía enormes o hacen leer las traducciones del francés por empleados que no conocen la lengua y que te exigen correcciones cuando no hay errores, entre otras muchas barrabasadas). De aquella época me quedó la costumbre de comparar traducciones con los originales para ver si no estaban plagadas de errores, como lo están la mayoría. Y cada vez que lo he hecho me he encontrado con errores gordos. Hay, por ahí, traducciones de Céline que han recibido el premio nacional de traducción y que dan vergüenza ajena. Y sigue sin haber en español una buena traducción de La Recherche de Proust (las 7 integrales que hay son escolares,
en el mejor de los casos - incluidos los volúmenes que tradujo Pedro Salinas). O de los Ensayos de Montaigne. O del Journal de Renard. O de Bloy (hace unos meses miré de cerca una traducción de sus "Propos d'un entrepreneur de démolitions" hecha por una joven diplomada de una escuela de lenguas que daba la risa, de lo nula que era). Y de poesía, mejor no hablar... Circulan por España traducciones de Rimbaud o de Mallarmé literalmente catastróficas, hechas por gente que no conoce ni el francés, ni la poesía, ni la obra de ambos poetas. Pero de todas formas la poesía es intraducible. Cuando se lee a San Juan de la Cruz, a Quevedo, a Machado o a Lorca en excelentes traducciones al francés se da uno cuenta inmediatamente de ello. La poesía o la prosa con mucho "sabor": el Quijote o El criticón en francés pierden el 50 % de él.
Yo siempre aconsejo a los españoles a los que les gusta la literatura extranjera que aprendan otra lengua, de un país serio (inglés, francés, alemán o incluso italiano - hay muy buenos editores en Italia) para leerla en esa lengua, olvidándose para siempre de las traducciones al español (a no ser que caigan sobre traducciones de clásicos hechas en el siglo XIX, época en la que sólo traducía la gente que sabía realmente una lengua).
Buenos días, Baltasar, no sé si conoce la traducción de Almudena Montojo de los Essais de Montaigne, publicada en Cátedra (Biblioteca Avrea) en 2003 (6ª edición, 2013). A mí me parece muy digna, y es realmente memorable, porque es muy difícil de lograr, el aire arcaizante que consigue, muy acorde con la escritura del admirable Michel de Montaigne.
ResponderEliminarSi no la conoce, échela una ojeada. Aunque se le ve muy exigente, por haberse dedicado profesionalmente a la traducción, dudo que le decepcione.
En la traducción, creo yo, hay que conocer la lengua extranjera, por supuesto, pero también la propia, porque la fidelidad al texto traducido es importante, pero también lo es que la versión sea legible y tenga un mínimo de calidad.
ResponderEliminarRespecto a los editores españoles creo que sería deseable algo menos de cara dura y algo más de buenos modales. De todas formas, no conozco demasiado el paño (más que como lector) pero da la impresión de que ahí se mete cualquiera ¿no?
¡ Vaya que si la conozco ! Tengo los dos volúmenes en la edición de 1985. Y en esa época revisé varios capítulos a fondo, porque tenía el proyecto de traducir ese libro. Y lo peor del caso es que la traducción se debe a dos traductoras: Almudena Montojo y Dolores Picazo, que supongo que sean universitarias, vista la colección en la que se publicó.
ResponderEliminarIgnoro si la traducción ha sido revisada en las últimas ediciones, cosa que no se hace nunca en España, incluso cuando los editores saben que está llena de errores y cuando alguien se los ha señalado (yo he visto personalmente al director de Taurus para señalarle una traducción catastrófica de un libro de un autor que me había pedido que fuera en su nombre a decírselo; el libro, traducido por un escritor español célebre, sigue publicándose, más de 25 años después, sin que se haya modificado una sola coma).
Lo cual me recuerda lo que me respondió una editora muy conocida cuando yo le dije un día que llevaban 20 años publicando una traducción macarrónica de un gran autor: "Pues el libro se vende muy bien...". Tienen razón los editores: ¿para qué gastarse dinero en corregir errores si nadie se da cuenta de ellos?
Para volver a la traducción de Montojo-Picazo, te diré que está plagada de errores graves. Sólo en la primera página "Al lector" hay varios gordos. Algunos ejemplos: donde Montaigne dice en español "Lo he dedicado al particular SOLAZ de parientes y amigos" debería decir "USO-UTILIZACIÓN". Donde dice "mi CONDICIÓN", debería decir "mi COMPORTAMIENTO".Donde dice "sin DISIMULO" debería decir "sin AFECTACIÓN".
Y en otras páginas: en lugar de traducir, a propósito de los oráculos, "caídos en desuso" se traduce "desacreditados", en lugar de "se complacen", "se consuelan", en lugar de "qué estupidez", "qué fantasía", en lugar de "insuficiencia", "desgaste", en lugar de "que no se ve facilmente", "de oscuras muestras", en lugar de "consagrar tanto tiempo al ocio","conceder al ocio", etc, etc, etc.
Faltas como ésas (y peores) hay media docena en cada página. Y el libro tiene más de 900 página...