Cuando el beaterío de la derecha y el de la izquierda se dan la mano, entonces alguien va a salir machacado. No falla.
El nuevo beaterío laico se ofende aún más rápido que el viejo beaterío clerical.
Lo que no faltan nunca son beatos impositivos e inquisitoriales.
Ahora el beaterío lleva coleta, pendientes y tatuajes.
Ha dicho "Mi Persona" que quiere abolir la prostitución. Esto no sólo refleja beaterío, sino una ignorancia supina.
La prostitución y la tauromaquia son dos piedras de toque para identificar al beaterío.
Hoy se educa a los jóvenes para el beaterío. Qué aburrimiento.
Los nuevos beatos se preocupan mucho por la dignidad... ajena.
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La prostitución y la tauromaquia son dos piedras de toque para identificar el desprecio a las mujeres y el desprecio a los animales y a su sufrimiento.
ResponderEliminarEl primero.
ResponderEliminarEl maniqueísmo es un vicio muy dañino, muy destructivo, que perjudica al conocimiento objetivo. Y sobre todo es pueril, pues clasifica la Humanidad, simplonamente, en buenos y malos, extendiendo en el tiempo y en el espacio la actitud de los niños ante las películas: el chico bueno y el chico malo; los nuestros y los otros.
ResponderEliminarEl maniqueo, si tiene suerte, un día vuelve la cabeza y descubre que ha sido toda su vida un "hater", un odiador. Con menos suerte, muere siendo un hater y ha perdido la vida.
Como hace decir el genial Jean Renoir a un personaje de su film La Regla del Juego, "lo tremendo es pensar que todo el mundo tiene sus motivos". Todos. Los rojos, los blancos, los azules, incluso los asesinos. TODO el mundo tiene sus motivos. Conviene descubrir esta verdad antes de irse al otro barrio.
Por supuesto que todo el mundo tiene sus motivos. Pero también tiene sus responsabilidades.
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