sábado, 21 de noviembre de 2020

Todo es muy raro


A estas alturas de la temporada, con el invierno llamando a la puerta, las farmacias no disponen de vacunas contra la gripe. Ni en Francia, ni en España. Los estados se han apoderado de ellas y las distribuyen a su antojo. Hay escasez y el libre mercado ha dejado de funcionar. Todo es muy raro.

A cambio sufrimos un bombardeo masivo de propaganda relacionado con las inexistentes vacunas contra el covid. Los medios desbordan “noticias” relacionadas con supuestas "vacunas" que están en fase de pruebas y cuya eficacia está lejos de haberse demostrado. Ya se especula sobre quienes las recibirán, sobre si serán obligatorias o voluntarias. Todo es muy raro.

El olor de fondo es a dinero, a negocio, a especulación, a manipulación, a corrupción… y a poder. El aroma de la democracia y el libre mercado --que por estos pagos nunca fue demasiado consistente--, ahora se ha esfumado. Y en su lugar hay un auténtico hedor a podrido.

Por si fuera poco, en España --dónde si no--, ya se especula con que el estado de alarma se prolongará hasta final del año 2022. Es decir, toda la legislatura sanchista la pasaríamos en estado de alarma, lo que no es obstáculo para que se aprueben, por el procedimiento del trágala, leyes que lo ponen todo patas arriba.

Todo es muy raro y muy sospechoso.