Las fotografías no le hacen justicia, porque el arte de Marina Núñez (Palencia, 1966) no cabe en imágenes estáticas, aunque ella ha practicado la pintura, pero la pintura no es lo más interesante de su trabajo. Lo más interesante son las videoinstalaciones y todo lo que lleva a cabo utilizando medios digitales, pues en su obra todo es movimiento y metamorfosis, luz y sonido.
Confieso que entré con recelo (Sala Kubo/Kursaal, San Sebastián), pues desconocía por completo su obra, y las imágenes estáticas de internet me habían defraudado. Pero en cuanto entré en la gran sala a oscuras y contemplé las metamorfosis que se estaban produciendo en una pantalla gigantesca me quedé pasmado. No podía apartar los ojos del gran mosaico barroco, de reminiscencias claramente orientales (decoraciones islámicas, mandalas budistas, laberintos…), en permanente movimiento y transformación, acompañado de una música electrónica casi hipnótica.
A partir de ese momento supe que estaba ante algo muy especial, muy interesante, muy atractivo y sugerente. Después de esta pieza gigantesca vienen una serie de videoinstalaciones, en pantallas menores, que se ocupan del cuerpo (en especial del femenino) en una profunda investigación sobre sus límites, sobre nuestras ideas sobre ellos, sobre la jaula a la que están sometidos por nuestra cultura y, sobre todo, por nuestras ideologías.
La propia artista, a través de citas suyas que pueden escucharse en el video de media hora que completa la exposición, apunta reflexiones sobre su obra. Este video es un montaje de imágenes que recorren (en sentido inverso) su trayectoria artística a lo largo de tres décadas. Pero antes de conocerlas y de leer nada al respecto yo hice mi propia interpretación.
Percibo que estos cuerpos que protagonizan su trabajo son campos de energía en permanente cambio e interacción con el entorno, cuerpos que parecen disolverse para volver a concentrarse en una eterna reiteración. Ello remite a la física, a las experiencias espirituales y místicas, a la eterna preocupación filosófica sobre la realidad y la entidad de los que vemos. Es un cuestionamiento de lo real, una realidad que pretende ir más allá de nuestros sentidos domesticados y la no menos domesticada interpretación cultural que se nos impone a través de la historia, el poder, las ideologías…
Y todo ello, como es propio del arte, a través de una intuición poderosa y de una imaginación entregada y confiada en sí misma, propio de una gran artista.
https://www.youtube.com/watch?v=WHK0rq9bBak