miércoles, 23 de marzo de 2011

R. Walser, el poeta


“Los auténticos poetas son siempre personas inteligentes que saben de sobra que requieren valentía para soportar la falta de respeto a la que se exponen por ser lo que son, o sea poetas […] “Esta miserable vida de poeta me enorgullece y alegra”, dijo él, “y también de eso entiende usted muy poco. A mí, la estancia en esta habitación de apariencia tan miserable que parece una cárcel, me hace feliz. Es mujer orgullosa, desde luego, pero a usted eso le parecerá imposible. Aquí soy yo mismo y no puedo estar más alto en ninguna parte. Usted comprende que es estupendo llevar una vida de lujo y disfrutar de gran reconocimiento, pero no comprende que es hermoso parecer muy pobre hacia fuera, y por el contrario ser muy rico en sentimientos y sensaciones de abnegación, de valor, de energía, de cumplimiento del deber en el fuero interno. Llevando esta miserable vida de poeta, cumplo con mi deber y eso me complace, pero usted no lo entiende.” (Pintor, poeta y dama, 1917)


"Sólo perseverar como es debido. Ya vendrá lo bueno. Lo bueno siempre está más cerca de nosotros de lo que pensamos. Con el tiempo maduran las uvas. Este viejo y excelente refrán me vino a la mente hace poco al ver campanillas de invierno.” (Campanillas de invierno, 1919)


"Aquí estoy y me seguiré quedando. ¡Es tan dulce quedarse! ¿Acaso la naturaleza se va al extranjero? ¿Emigran acaso los árboles para procurarse hojas verdes en otro lugar y volver luego a casa a pavonearse con ellas?"(Los hermanos Tanner, 1907)


"De vez en cuando me imagino para mi placer que la vida ya ha transcurrido. ¡Qué magnífica, qué grata es esta ilusión!" (La flor, 1928-29)

Jürg Amann: "RW, Una biografía literaria". Ed. Siruela

6 comentarios:

  1. Reproches desde la pura lógica a lo que quieren ser metáforas poéticas pero que, a mi modo de ver, encierran injusticia poética:

    1. Los árboles no se mueven por su pura naturaleza arbórea: las raíces tienen que estar bien agarradas a la tierra para poder obtener el sustento con el que manternerse vivos.
    2. Los seres humanos no tenemos raíces como los árboles, por mucho que los nativistas se empeñen desde siempre en otra cosa.
    3. El inmovilismo puede estar muy bien cuando tienes el sustento asegurado, por mínimo y austero que este sea. Los que mueren de hambre en el Sahel y por ahí, y tampoco pueden ir a ninguna parte a procurárselo, porque ni siquiera saben a dónde ir, no creo que puedan ni permitirse siquiera utilizar poéticamente la metáfora del inmovilismo.
    4. Los que se fueron y vuelven a pavonearse no son los emigrantes, son los imbéciles que, por un momento, coinciden con ser emigrantes. A José Bajo, en Cacereño, cuando vuelve al pueblo a hacer una gestión imprescindible, uno de lugar también le pregunta si ha vuelto a presumir. A lo que él le contesta, ¿a presumir, de qué? si aquí presumen los tuertos.

    Bueno, y no sigo. Lo dicho, la poesía engendra injusticia, porque las metáforas siempre tienen una cara oculta, que no es de belleza, sino de miseria, y cuando digo miseria me refiero a la moral también incluida. No digo que por eso R. Walser sea un miserable, pero hablar así de los emigrantes, o lo tomas en sentido poético y te quedas con la metáfora, o lo lees tal cual y pasa lo que pasa.

    Abrazos.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Juan Luis, el comentario suprimido es copia literal del que ha salido, pero no sé por qué ha salido dos veces. Aprovecho para decirte que me refiero al anteúltimo de los párrafos que transcribes de R. Walser.
    Abrazos.

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  4. Lo curioso es que Walser tuvo infinidad de domicilios y que pasó buena parte de su vida vagabundeando. Hasta que ingresó en el sanatorio mental de donde ya no se movió más.

    No creo que RW fuera un escritor interesado en el tema de la emigración.

    Saludos

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  5. Yo habría intentado decir lo mismo en un poema. Me parece evidente que la prosa no sirve.

    Un saludo.

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  6. Juan Luis28/3/11 10:54

    Verso, prosa... Escritura al fin.

    Saludos, Glo.

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