martes, 1 de marzo de 2011

"Somewhere", de Sofia Coppola, elegante pero edulcorada


Sofia Coppola ha vuelto a hacer otra película interesante, aunque quizá no tanto como las anteriores. Hay en su cine una mezcla de frescura e ingenuidad muy agradable y cautivadora. Sin embargo, me ha costado entrar en esta obra, como me cuesta hacerlo, por regla general, en los ambientes y los problemas de los ricos, en este caso los ricos de la industria cinematográfica de Los Angeles.

Un hombre entregado al sexo y al alcohol se percata, paulatinamente, de que su vida es un vacío, y no precisamente en el sentido zen de la palabra. La irrupción de su hija preadolescente lo va cambiando poco a poco. Con esos mimbres está tejida Somewhere.

El protagonista es un enfermo pero el diagnóstico que emite Coppola, basado en su adición al sexo, no es correcto. Es obvio que el problema que afecta a Jonny Marco, no es el de la compulsividad sexual sino el del consumo de drogas, pero este detalle permanece escondido, como si la directora no hubiese querido contaminar su película con un tema tan poco glamuroso. Resulta mucho más estético trufar la obra con mujeres sexis y frívolas que exhibir la actividad narcótica del protagonista, un terreno siempre sórdido. De esta forma el personaje pierde dramatismo pero también se edulcora.

La aparición de la hija pone una nota inocente y virginal en un mundo de hetairas y es este contraste el que, finalmente, conmueve tan profundamente a la estrella de la gran pantalla. El amor le redime.

Ello no quita para que Somehere sea una obra agradable, delicada, cargada de sensibilidad estética, buen gusto y hasta elegancia. Lo que no es poco, ciertamente.

-

María Antonieta

Ficha técnica y videos

-