COVARRUBIAS-RETUERTA-SAN PEDRO DE ARLANZA

El viejo camino hacia Ortigúela

Llovizna en Covarrubias. Un café en el bar junto al puente sobre el Arlanzón. La tele a todo volumen a las 10 de la mañana. Estamos enfermos de ruido. Cruzo el puente y tomo el camino que me llevará, en ligero ascenso, hasta Retuerta. 

Dejo a mi derecha un rollo jurisdiccional. El camino serpentea entre almendros y viejas cepas. Desde lo alto hay una bella panorámica de la pronunciada curva que traza el río. A su vera, de ahí su nombre, surge la pequeña Retuerta, otro pueblo con rollo jurisdiccional a la entrada.

 El río Arlanza y Retuerta

 Abedules junto al camino

En Retuerta ahora viven unos setenta vecinos. Destaca por su arquitectura popular de casas de adobe y madera. La iglesia de San Esteban, de estilo herreriano, es del XVII.

El camino gira a la izquierda y acompaña el trazado del Arlanza. Luego, poco a poco, se adentra en un ameno desfiladero de altas paredes rojizas. Me pregunto por qué será tan roja la tierra en esta comarca. El río se escucha, pero apenas se vislumbra escondido entre la vegetación.

 Almendros en la otoñada

 El rollo de Retuerta, aviso a navegantes

Pronto surge la carretera, que salva el cauce fluvial con un puente de grandes ojos. La carretera sube hasta las ruinas del monasterio benedictino de San Pedro deArlanza, pero no alcanzo a visitarlo, como tenía previsto, porque me desvío a la izquierda en una cuesta pronunciada y luego me da pereza volver. Queda para otra ocasión. El cenobio está abandonado desde 1835, tras la desamortización de Mendizábal. Dio al menos tres santos cuyas reliquias se guardan en la colegiata de Covarrubias. Aún puede visitarse con guía.

Pero antes, en la carretera, aparecen los buitres, que permanecen al acecho en lo alto de los farallones. De vez en cuando se dejan caer levemente y visitan las cavidades de la roca donde anidan.

 Portada de la iglesia de San Esteban

 El camino se estrecha junto al Arlanza

El camino ahora es una larga travesía por un encinar envuelto en un gran silencio que sólo mis pasos rompen. De vez en cuando se escucha el aleteo en la espesura de algún pájaro que huye. Ha dejado de llover pero el cielo se mantiene muy cubierto. La luz es gris. En estas alturas, sobre los 1100 metros, enseguida se echa la niebla. Según avanzo la veo desplegarse a mi espalda así que, para evitarla, no me detengo a comer.

Covarrubias desde lo alto

 Finalmente alcanzo el viejo y ancho camino que conduce, en dos ramales, hacia las Mamblas y hacia Ortigüela. Quedan unos cuatro kilómetros cuesta abajo. Me permito un descanso alimenticio. No tardo en llegar al punto de partida.

La ruta en Wikiloc