Dice Juan Luis Goenaga en esta entrevista que lo pasa
mal pintando, que le resulta muy fatigoso y a veces estresante. Después de ver su actual exposición de grandes formatos, yo hubiera jurado que Goenaga es de los
que disfruta pintando. En cualquier caso, a través de la armonía de sus colores y de la densidad
de sus pinceladas, esta obra me transmite energía y algo parecido a la alegría.
Misterios de la creación.
Aunque no la he seguido al detalle siempre me ha
interesado la pintura de Goenaga. Hay una tendencia a encuadrarlo dentro del
expresionismo pero yo le veo más bien fauve. Su visión de la naturaleza, a
medio camino entre la abstracción y la figuración, creo que se compagina bien con
los tiempos en que vivimos. En la obra de Goenaga, como en la vida
contemporánea, la naturaleza está como a punto de diluirse, de desaparecer. Hay
que hacer un esfuerzo para aproximarse a ella, tal es la distancia que hemos
puesto entre ella y nuestras vidas urbanitas.
He contemplado esta exposición en unas condiciones
lamentables. La sala está literalmente patas arriba, los grandes lienzos mal
iluminados o, simplemente, en penumbra, algunos medio tapados por unos sofás y
otros medio ocultos por grandes objetos variopintos. He debido llegar en un mal
momento.
Pese a ello me gusta plantarme frente a los lienzos de
Goenaga e intentar descifrar su tema. Y, si no lo consigo, o tardo mucho en
hacerlo, me recreo con sus hermosas manchas de color, sus relieves, sus densidades y con esa armonía presente en cada uno de sus
lienzos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.