Invitación para visitar el Guggemhein de Bilbao. De lo contrario, salvo una
exposición que me interesara mucho, no iría (13 euros).
David Hockney, 82 retratos de cuerpo entero y un bodegón en una gran
sala. Amigos, conocidos y familiares; idénticos formatos, fondos y suelo
alternando verde y azul, la misma silla, la mayor parte frontales. Se nos
insiste en que cada uno de ellos fue pintado en tres días. Cada modelo eligió
su ropa y calzado. Conjunto de gran colorido.
Se habla aquí de “exploración
psicológica”. Yo advierto alguna monotonía, quizá por la proximidad de los
lienzos. No cabe duda sobre el virtuosismo técnico de Hockney, pero eso no
debería bastar en pintura. Falta “espíritu”.