Al cabo de algún tiempo son bastantes
los libros de mayor o menor actualidad que pasan por mis manos. En la mayoría
de las ocasiones me basta y me sobra con estos vistazos para decidir si merece
la pena que continúe la lectura o si, por el contrario, más vale dejarlos a un
lado o esperar a mejor momento para volver a visitarlos.
También en la mayoría de las
ocasiones me limito a devolver el libro a la estantería y olvidarme de él. Así que, antes de olvidarlos definitivamente, se me ha antojado escribir algunas notas sobre alguno de
esos libros a los que me asomo.
Voy a empezar con “Mis chistes, mi
filosofía” de un llamado filósofo esloveno que está bastante de moda: Slavoj
Zizej (me ahorro las extrañas tildes de su apellido).
Es el primer libro de este señor al
que me asomo, pero no creo que sea el último, no porque el libro me haya
interesado, que no me ha interesado nada, sino porque me fascinan los jetas. Y
este parece de primera categoría.
Había leído varias reseñas sobre conferencias
que este hombre había impartido en nuestro país. Todas con gran éxito de
público, en especial entre los jóvenes quienes, al parecer, se pirran por sus
escritos.
Fruto de mi curiosidad heme aquí
frente a “Mis chistes, mi filosofía”, editado por la prestigiosa Anagrama, 167
páginas.
Enseguida descubro que en realidad
los chistes no son suyos sino de otros o, tal vez, anónimos. Son esos chistes
que circulan por ahí, debidamente retocados. Cuando termina el chiste, aunque
no siempre, el autor añade un párrafo en el que, según parece, explica muy brevemente
su “filosofía”.
Por lo general los chistes son
bastante subidos de tono, tirando a escatológicos. Predominando los de
temática sexual. También los hay sobre políticos, judíos, comunistas, religiones, etcétera.
Supongo que si te gustan los chistes
este puede ser un buen libro. A mi, en general, los chistes me gustan bastante,
pero no para leerlos en un libro. Como mucho para el wasap.