viernes, 31 de agosto de 2018

Slavoj Zizek, el chistoso

Con alguna frecuencia, aprovechando la proximidad de alguna biblioteca, bien o mal surtida, me dedico a ojear libros. Consulto mi moleschine (que es una pequeña libreta barata que adquiero en los bazares chinos), donde suelo anotar, entre otras cosas, los libros a los que me gustaría echar un vistazo, y busco en los archivos.


Al cabo de algún tiempo son bastantes los libros de mayor o menor actualidad que pasan por mis manos. En la mayoría de las ocasiones me basta y me sobra con estos vistazos para decidir si merece la pena que continúe la lectura o si, por el contrario, más vale dejarlos a un lado o esperar a mejor momento para volver a visitarlos.

También en la mayoría de las ocasiones me limito a devolver el libro a la estantería y olvidarme de él. Así que, antes de olvidarlos definitivamente, se me ha antojado escribir algunas notas sobre alguno de esos libros a los que me asomo.

Voy a empezar con “Mis chistes, mi filosofía” de un llamado filósofo esloveno que está bastante de moda: Slavoj Zizej (me ahorro las extrañas tildes de su apellido).

Es el primer libro de este señor al que me asomo, pero no creo que sea el último, no porque el libro me haya interesado, que no me ha interesado nada, sino porque me fascinan los jetas. Y este parece de primera categoría.

Había leído varias reseñas sobre conferencias que este hombre había impartido en nuestro país. Todas con gran éxito de público, en especial entre los jóvenes quienes, al parecer, se pirran por sus escritos.

Fruto de mi curiosidad heme aquí frente a “Mis chistes, mi filosofía”, editado por la prestigiosa Anagrama, 167 páginas.

Enseguida descubro que en realidad los chistes no son suyos sino de otros o, tal vez, anónimos. Son esos chistes que circulan por ahí, debidamente retocados. Cuando termina el chiste, aunque no siempre, el autor añade un párrafo en el que, según parece, explica muy brevemente su “filosofía”.

Por lo general los chistes son bastante subidos de tono, tirando a escatológicos. Predominando los de temática sexual. También los hay sobre políticos, judíos, comunistas, religiones, etcétera.

Supongo que si te gustan los chistes este puede ser un buen libro. A mi, en general, los chistes me gustan bastante, pero no para leerlos en un libro. Como mucho para el wasap.