Paseo con frecuencia por este parque. Además de
gustarme, me coge de camino en mis desplazamientos a pie entre Gamonal y el
centro de Burgos siguiendo el trazado del río. Está situado en la orilla izquierda
del Arlanzón a la entrada de la ciudad.
Me gusta porque es un lugar tranquilo, sombreado y recogido. Tiene forma alargada y discurre en paralelo al río. En realidad es un parque botánico, distribuido en varias zonas: la atlántica, la mediterránea, el bosque de ribera y las zonas de transición, cada una de ella con sus especies más representativas.
En su interior hay caminos que se cruzan y serpentean, rocas estratégicamente situadas debajo de los árboles y sencillos bancos de piedra. Aún quedan algunos carteles con los nombres y características de las especies.
Con un poco de suerte puede verse
alguna ardilla en lo alto. También abundan los gorriones, las urracas y los
paseantes de perros.
