Mi hija y yo, junto con una veintena de pasajeros, nos quedamos ayer tarde (8.25 pm) encerrados en la estación del euskotren (también llamado topo) de Hendaya, por un apagón eléctrico justo en el momento en que íbamos a salir. El dispositivo de seguridad para abrir las puertas de acceso no funcionó. Tuvimos que saltar por encima de las compuertas, algunos con ayuda de una silla. Los usuarios que entraban en ese momento tuvieron que hacer lo mismo en sentido inverso. Otro tanto ocurrió en el siguiente servicio, media hora después.
El protocolo de seguridad brilló por su ausencia. Imagínate si se hubiera tratado de un incendio, o de un atentado terrorista. ¡Menuda encerrona! De ahí no salimos vivos.
Tampoco pudimos “cerrar” nuestros billetes, pero esta mañana ya nos había “levantado” tres euros de penalización de nuestras tarjetas de transporte. Alertados por otros viajeros tuvimos que esperar media hora para presentar una reclamación, con el único fin de que nos devuelvan, cuando lo estimen oportuno, los tres euros que han tenido la gentileza de sustraernos.
El único sistema de seguridad que funcionó fue el del Gobierno vasco, propietario y gestor del tren, para garantizarse el cobro (con intereses) del billete. Muchas gracias. Milla ezker.
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