8.5.19 v
Trapiello. Cuesta creer que alguien capaz de escribir un libro tan interesante y sólido como Las armas y las letras nos hurte en sus Diarios los nombres de las personas a las que se refiere y, en su lugar, se limite a poner unas iniciales o unas equis.
Que se muera alguien conocido, le dedique cinco o diez páginas y no sepamos de quién se está hablando resulta surrealista. El famoso QR, de quien tanto habla en Diligencias, el último volumen publicado, resulta ser un tal Quico Rivas, crítico de arte y escritor. He tenido que buscarlo en la Wikipedia en plan Sherlock Holmes. ¿Tanto misterio, diez años después, por un sujeto casi desconocido?
Se da la circunstancia de que buena parte del material que se incluye en los Diarios consiste en diversas modalidades del cotilleo literario, lo cual agrava las cosas. ¿ De qué sirve hablar de alguien, en muchas ocasiones en un tono confidencial, si el lector no sabe a quién se está refiriendo el escritor? De esta forma la lectura de estos Diarios se ve continuamente entorpecida por este extraño hábito.
Visto que esta actitud se prolonga ya a lo largo de no sé cuántos volúmenes, uno no sabe si es que le están tomando el pelo, le están faltando al respeto que todo lector merece o bien se trata de alguna patología con la que es necesario mantenerse tolerante y comprensivo.
Cita para resistentes. “El emboscado no le permite a ningún poder que le prescriba la ley, ni por la propaganda ni por la violencia.” Ernst Jünger
Codicia europea. Han suprimido las escasas plazas de aparcamiento gratuitas que quedaban en Hendaya-playa, esas que nos servían a los residentes para aparcar durante el año, fuera de la temporada.
La última tendencia aquí es habilitar compulsivamente plazas de aparcamiento de pago, exprimir al máximo a los playeros, a los turistas e, incluso, a los residentes. El día en que la Comunidad Europea termine de volverse loca de codicia nos cobrarán también por pisar la playa.
Pretenden, según parece, que los residentes paguemos otra tasa anual por tener derecho a parkin. Les debe parecer que pagamos pocos impuestos.
A todo esto la villa está saturada de coches, con atascos permanentes y unas carreteras dignas del país más atrasado.
Luego se extrañan de que la gente esté cabreada y de que le hayan cogido gusto al chaleco amarillo.
Aniversario macabro. Se celebra el primer aniversario de la disolución de Eta, según leo en El País. Además, han transcurrido siete años y medio desde el “cese del terrorismo.” No recordaba la primera fecha pese al escaso tiempo transcurrido.
Nunca me pareció importante que Eta dijera que se disolvía. Que un tipo o tipa apareciese encapuchado leyendo un papel diciendo que Eta se ha disuelto me pareció una mamarrachada más. Tengo para mí que esta organización terrorista nunca fueron solo los pistoleros, ni los presos, ni los que se han ido de rositas. Esos fueron sólo una parte. En Eta hubo unos cuantos trajeados con maletín y despacho.
Dicen que Eta se disolvió, pero su ideología xenófoba y totalitaria sigue viva incrustada en el nacionalismo. Y ahí seguirá por mucho tiempo, cada día un poquito más blanqueada, pero siempre clavada en el subconsciente de los vascos; en unos casos para bien (bastantes, demasiados), en otros para mal y en otros, finalmente, para no olvidar. Y sin olvido, como decía Borges, no hay perdón.
El tuitero Indio lo expresa muy bien: "Antes en el País Vasco se vivía como si Eta no existiera, ahora como si nunca hubiera existido."
Annie Ernaux. Le han dado el premio Formentor a la escritora francesa Annie Ernaux, de la que me gustan mucho sus novelas, tan breves y elípticas. Ernaux dice su verdad, su intimidad incluso, como si estuviese muerta, y eso requiere mucho coraje. Sobre todo me gusta su estilo “entrecortado y áspero”, según el redactor de la noticia.
En realidad es un estilo muy directo, carente de retórica, sin adornos. Como aquí nos gusta tanto lo florido le llaman “áspero” (y cosas peores) Me alegra este premio porque seguramente servirá para acercar un poco la obra de esta mujer a los lectores en castellano.
Saulo. Ayer el Evangelio contaba el martirio de Esteban, el primer mártir del cristianismo. Cuando lo torturaron y mataron, un tal Saulo (luego San Pablo), lo contemplaba todo con satisfacción.
Hoy nos dice que “Saulo se ensañaba con la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a hombres y mujeres.” Con lo que ha sido luego Pablo de Tarso en relación a la evangelización y a la creación de una teología católica.
Sin duda, los conversos son los más fervientes militantes.
Al ir de un lugar a otro, añade el texto, “los prófugos iban difundiendo el Evangelio.” Se cumple aquí aquello de que no hay mal que por bien no venga.
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No, no es patológico, es cobarde. Se trata de despellejar, pero sin riesgo. De tirar la piedra, pero escondiendo la mano. Trapiello practica el cotilleo, es su género. Con frecuencia es maledicente, pero es un maledicente pusilánime, que no quiere ponerse en peligro. Se cura en salud con sus desesperantes x, y, z para no pasar por los Juzgados. De verdad, qué horror.
ResponderEliminarNo había pensado en la opción de la cobardía, la verdad. Me inclinaba más bien por la suficiencia, el desdén tal vez, pero no terminaba de convencerme. Pero, ciertamente, la cobardía y pusilanimidad son una hipótesis muy plausible y, sin duda, lamentable. Sin embargo, en contraste, hay algunos retratos soberbios. Estoy pensando en el del pintor Eduardo Arroyo (E.A.)
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